Tal día como hoy, 11 de febrero, pero de 2013, Libertad Digital contaba en su portada la renuncia al Pontificado del Papa Benedicto XVI. El propio pontífice explicó durante un acto en el Vaticano las razones por lo que había decidido tomar una decisión con escasos precedentes en la historia ya que el anterior caso se produjo hace 600 años. Benedicto XVI confesó que "he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino". Añadió que era una decisión "muy meditada" y "por el bien de la Iglesia".
El 28 de febrero la Iglesia se quedó en sede vacante desde las ocho de la tarde cuando Benedicto XVI dejó de ser Papa y pasó a ser Pontífice Emérito. Entonces, la Iglesia Católica quedó a la espera de la llegada de un nuevo Papa, el 266 desde que Jesucristo eligió a San Pedro para dirigir su Iglesia.
El signo del final del Pontificado se produjo cuando la Guardia Suiza en el palacio de Castel Gandolfo le retirara la escolta y los apartamentos pontificios fueran sellados por parte del Camarlengo. Desde ese momento, se abrió el proceso para la elección papal que culminaría con la fumata blanca y el anuncio en la plaza de San Pedro del conocido "Habemus Papam". A pesar de la renuncia, Benedicto XVI seguiría conservando ese nombre y sería tratado como "Su Santidad", "Papa Emérito" y "Obispo de Roma Emérito". Además, seguirá vistiendo de blanco aunque sin la esclavina, una especie de capa sobre los hombros y que es propia del Pontífice.
El siguiente paso fue la entrega de Benedicto XVI del anillo del Pescador que había portado durante el papado como sucesor de Pedro.
El 13 de marzo de 2013 el humo de la tercera fumara del Cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XVI fue blanco, lo que indicaba que había sido elegido el nuevo Papa, en el segundo día del Cónclave y se convirtió en el segundo más corto de la edad moderna.
Una hora hubo que esperar para que la abarrotada plaza de San Pedro y el resto de la humanidad escucharan al cardenal protodiácono, Jean Louis Tauran, anunciar el esperado "Habemus Papam". Acto seguido procedió al nombramiento del nuevo Papa: Jorge Mario Bergoglio, que adoptó el nombre de Francisco.