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La repentina marcha de Rubalcaba "en diferido" desata todo tipo de rumores

Un viernes tan repletito de noticias que no caben los titulares en las portadas y cada cual elige el suyo para abrir.

El Mundo opta por desenmascarar al PSOE. "Diputados del PSOE abortaron un pacto sobre el aforamiento". "Moncloa contaba con el acuerdo, pero el Grupo Socialista optó por la abstención para no sufrir más desgaste por el apoyo a la Corona". Si ya nos lo olíamos, lo de las formas, el formulario y todo aquello que nos intentó colar Soraya era un cuento chino. También va del PSOE el segundo titular. "Rubalcaba se va, incapaz de revitalizar a su partido". Qué barbaridad, cuanta despedida, aquí no va a quedar ni el gato. Sólo falta que Duran también se vaya de verdad para anunciar que se acerca el fin del mundo. Otro tema es la barrabasada del fiscal del caso infanta. "El fiscal acusa al juez Castro de hacer una instrucción a la carta".

En el primer editorial, Casimiro critica que el aforamiento del rey Juan Carlos "se ha hecho de una forma tan improvisada que merece reproches, en el fondo y en la forma". Aclara que "este periódico defiende la necesidad del aforamiento de don Juan Carlos", "pero no podemos estar de acuerdo en la forma en que se ha ido tramitando todo el proceso". Y se queja de que si este gobierno "hubiera planificado con diligencia todos los pasos de la sucesión en la corona", otro gallo cantaría. Sí, desde enero que lo dijo el ex Rey ya han tenido tiempo, pero en fin, lo que no tiene remedio no tiene remedio.

El segundo editorial despide a Rubalcaba y dice que tuvo cosas buenas y malas. Como todo el mundo, que diría Rajoy. "Es obligado reseñar su contribución a la estabilidad del sistema, pero resulta imposible no reparar en sus desaciertos. Rubalcaba ha sido el artífice de importantes pactos de Estado y ha contribuido a la mejora y desarrollo del país", pero "también ha protagonizado algunos de los episodios oscuros de nuestra democracia", como Roldan, los Gal, el Faisán. "Esta doble faceta, de hombre de Estado y de político pragmático resumen el personaje". Vamos, un doctor Jekyll y mister Hyde. La puntita la pone el titular de la información. "Rubalcaba deja el PSOE hecho añicos". Sin piedad.

De la salida de pata de banco del fiscal habla Federico Jiménez Losantos asustado. "El caso más repugnante de cloaquización judicial ha sido el del 11-M. Pero va camino de igualarlo ante la opinión pública el de la defensa de la infanta Cristina, que consiste en atacar al juez y a los medios que no acatan una verdad increíble. Rajoy , Gallardón, Torres Dulce y Horrach están pegándole tales puñaladas a Felipe VI que parece Montesquieu. Acusar públicamente de invenciones, o sea prevaricaciones, al juez Castro, como hace Horrach, es el triunfo de la cloacas del Estado, en este caso judiciales, sobre cualquier esperanza de regeneración. Y hundir a la Corona en el descrédito del que aún no ha salido".

El País opta por "el Rey asegura que estará 'más presente' en Cataluña". Y mientras su majestad se esforzaba por templar gaitas con los nacionalistas, "el Parlamento catalán solicita un referéndum sobre la Monarquía". Parece que en Cataluña le han cogido el gustillo a humillar a Felipe. "Rubalcaba se va tras su intento de poner orden en el PSOE" y "pone fin a su carrera política". Oye, pues parece que es verdad que se va. Cuenta el periódico de Prisa que "Rubalcaba comunicó a principios de año al rey Juan Carlos su decisión de abandonar la política. El Monarca le sorprendió confiándole su abdicación". La cosa debió de ser mas o menos así: 'Majestad, que estoy hasta la coronilla y me largo'. 'Quieto ahí, espabilado, yo primero que para eso soy rey'. Y Rubalcaba, siempre tan mirado con la monarquía, pues tuvo que esperar su turno. "El socialista decidió que su obligación era seguir al frente del partido hasta que Felipe VI subiera al trono". El País le dedica al socialista saliente un editorial frío, sin alharacas. Dice que "se había quedado sin espacio político". "Su liderazgo no ha cuajado, temido por unos y por otros, al final han conseguido sacarle de la pista y echarle de la carrera". Y por cierto, "no ha explicado el porqué de anticipar una decisión que debería haber llegado en pocas semanas". Ya estamos con las conspiraciones de Rubalcaba, oye, qué tío, genio y figura hasta la sepultura.

El segundo editorial de El País es para darle una ensalada de tortas al PSOE por lo del aforamiento de Juan Carlos. "Sorprende la abstención del grupo socialista en la votación final. Si está de acuerdo en la cuestión de fondo, no es muy comprensible que un partido con aspiraciones y probabilidades de gobernar alegue cuestiones de forma para situarse en una especie de limbo político en el que ni muestra firmeza republicana ni lealtad a una de las piezas clave del pacto constitucional. Es una postura que sugiere desorientación respecto de sus propias posiciones y quizá acomplejamiento entre otros partidos situados a su izquierda". Esto es un aperitivo de lo que le espera al nuevo PSOE en El País a partir de ahora.

José Manuel Romero explica por qué se le ha ido la pinza al fiscal Horrach en un recurso en el que "descalifica al juez". Dice que Castro y Horrach "constituyeron durante años un sólido matrimonio" pero "desde hace unos meses, ambos encaran un proceso irrreversible de divorcio". No me digas más, nos adentramos en el espinoso camino del desamor.

ABC abre con que "el Rey apela a la unidad y la concordia en Cataluña". Para lo que le va a servir. Cómo habrá sido la sobrada de Horrach que ni a ABC lo ha pasado por alto. "Debería haber sido más institucional y menos personalista, pero así están las cosas en ese juzgado". Al margen de este detallito, "el fiscal describe a un juez carente de imparcialidad y objetividad, prejuicioso y determinado de antemano a tachar a la infanta como una sofisticada delincuente". David Gistau avisa a su jefe de que como siga por este camino se carga la monarquía. " A Felipe VI no le convienen nada las maniobras protectoras del sistema, incluida la campaña de difamación contra el juez Castro", no seamos más papistas que el papa. "Cuanto más entusiasta sea el auxilio a la hermana del Rey de las partes acusadoras, cuanto más imaginativo sea el periodismo institucional en la atribución de oscuras intenciones al juez Castro, más tendrá la impresión la opinión pública de que aún operan los resortes del poder que Felipe VI se comprometió a arrojar al fuego".

Álvaro Martínez le amarga a Rubalcaba la ovación en el Congreso. "Le aplaudieron los socialistas que le han señalado la puerta de salida, le aplaudieron los populares, quienes le han señalado a menudo como colaborador del zapaterismo (…) Quizá fuera el aplauso de ayer finalmente preventivo, una especie de ¡Dios nos ampare! viendo el perfil ideario y maneras de quienes se muestran dispuestos a tomar su testigo". Curri Valenzuela, en la línea de El País, cuenta que el PSOE es un hervidero de rumores. "Alfredo convocó a la prensa para anunciar que dejará su escaño en septiembre cuando estaba a punto de subir a la tribuna para defender la abstención de su grupo su portavoz. ¿A qué tanta prisa si ni siquiera era esta la última sesión antes de que el Congreso se fuera de vacaciones?".

La Razón titula que "Mas pide audiencia al Rey para abordar la consulta". Marhuenda está optimista. "El conflicto que han desatado los nacionalistas en Cataluña no hay que afrontarlo de forma visceral, sino dejar que el fervor del desafío independentista se vaya enfriando". Ya. ¿Y ves algún síntoma? Marhuenda lo fía todo al mítico seny. "La prudencia que siempre ha caracterizado a los catalanes acabará por imponerse porque no estamos en los años treinta y no creo que mis paisanos quieran un choque de trenes que sería un desastre para Cataluña". Si tú lo dices.

Con todos los elogios que le ha dedicado este periódico a Rubalcaba va y se los racanea en su despedida. "Rubalcaba se va y deja a Madina con la mitad de avales que Pedro Sánchez", dice con muy mala lecha. Toni Bolaño también anda con la mosca detrás de la oreja. "Rubalcaba ha puesto de moda la dimisión en diferido (…) Anuncia que lo deja pero no lo deja. ¿Por qué ahora? Rubalcaba no da puntada sin hilo y los rumores se han disparado". ¿Ves, Rubal? Eso te pasa por intrigante, que a la hora de tu marcha todo el mundo ve gato encerrado.

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