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Fidel Castro, entre yates y residencias de lujo

El dictador cubano, que tiene a su pueblo sumido en la pobreza, lleva una vida de lujo.

El dictador cubano, que tiene a su pueblo sumido en la pobreza, lleva una vida de lujo.
LD | Portada de 2014

Tal día como hoy, 22 de mayo, pero de 2014, Libertad Digital contaba en su portada lo que reveló el que fuera guardaespaldas de Fidel Castro durante 17 años en su libro La cara oculta de Fidel Castro. En la obra en la que daba cuenta de la vida privada del líder de la revolución cubana contaba los yates lujosos, la veintena de residencias repartidas por toda la isla o las partidas de caza "a lo Luis XV".

El autor del libro, Juan Reinaldo Sánchez, aseguró que el dictador se cuidó mucho de mantener lejos de la vista de los cubanos su vida privada, era "el secreto mejor guardado de la Revolución". El hombre que acompañó a Castro desde 1977 a 1994 describió su lujo yate, el Aquarama II, que le regaló el dirigente soviético Leónidas Breznev.

Cuenta en el libro que cada paseo en barco implicaba todo un despliegue, que incluía otros dos navíos, uno totalmente medicalizado, una patrullera militar y varios aviones en alerta para evitar que el comandante sufriera un atentado. Pero el Aquarama II servía sobre todo para ir a Cayo Piedra, un "paraíso para millonarios" en el que Castro reposaba rodeado de lujo. Según el ex guardaespaldas: "Fidel Castro ha dado a entender que la Revolución no le dio ningún respiro, ningún placer; que ignoraba y despreciaba el concepto burgués de vacaciones. Mentía".

Juan Reinaldo Sánchez relató que estuvo "cientos de veces" en ese "pequeño paraíso" al que Fidel Castro iba cuando el tiempo lo permitía. En la temporada de lluvias el comandante prefería la caza del pato en la mansión La Deseada, situada en la provincia de Pinar del Río.

En el "paraíso para millonarios" recibía todo tipo de visitas, sobre todo la del escritor Gabriel García Márquez. Contó el autor que Fidel Castro propuso a 'Gabo' lanzarse a la conquista de la presidencia colombiana con el apoyo de Cuba. Lo que no consiguió con el Premio Nobel lo logró más tarde con Hugo Chávez en Venezuela. Contó Reinaldo Sánchez que el líder cubano "siempre tuvo en la línea de mira el petróleo" de ese país. "Sabía que era la clave para financiar su sueño internacionalista de oponerse a Estados Unidos", sentenció el que fuera su guardaespaldas.

Años antes conocimos que después de haber defendido su régimen durante 50 años y de agrupar a seguidores como Chávez, el dictador declaró que el modelo económico en Cuba no les servía ni a ellos mismos.

En una entrevista al corresponsal de la revista The Atlantic, renegó de su modelo. El periodista le preguntó acerca de si creía que el modelo cubano todavía era algo digno de exportación. Fidel Castro dijo que "el modelo cubano ya no funciona ni siquiera para nosotros". Tal fue la sorpresa del entrevistador que admitió en su blog que dudó de la respuesta y se vio obligado a consultar esa frase con la intérprete que le acompañó.

De hecho, el periodista apuntó que la intérprete intentó matizar la evidencia y dijo que Castro "no estaba rechazando las ideas de la revolución. Lo interpreté como un reconocimiento de que bajo el modelo cubano el Estado tiene un papel demasiado grande en la vida económica del país".

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