La Comisión Federal de Listas del PSOE se reunirá este viernes a las 10:30 horas de la mañana para acabar con la jaula de grillos que se ha producido esta semana, desde que el valenciano, Ximo Puig, propusiera el miércoles una lista conjunta de PSPV, Podemos y Compromís en su lista al Senado.
Fuentes del PSOE no esperan que se produzca ningún desencuentro en la sede del PSOE. Ni siquiera creen que Puig acuda a este órgano colegiado con la misma propuesta que ha hecho públicamente en los medios de comunicación aludiendo a que "no soy un cobarde".
Y no lo creen porque auguran que el presidente valenciano "no se va a exponer a que la Comisión Federal le tumbe su propuesta". Y más cuando quien se opone más vehementemente a ella es la federación andaluza y su aliada interna, Susana Díaz. El pulso, por tanto, acabará por la mañana, varias horas antes de la reunión que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha convocado de urgencia a las 19:00 horas a todos los barones y baronesas autonómicos.
Se trata de una reunión "habitual", según Ferraz, que ya se produjo en octubre en la víspera del Comité Federal que aprobó las listas del PSOE para las elecciones del 20-D. El encuentro cobra aún más sentido porque el Comité Federal de este sábado, el que debe ratificar las listas, será una reunión prácticamente inexistente. No se espera que dure ni una hora, habida cuenta de que la dirección ha convocado un gran mitin posterior en Móstoles en el que presentará a su lista por Madrid.
La división de los barones
Estrategia o no, los críticos en esta ocasión están divididos. Algunas fuentes socialistas creen que con el objetivo de transmitir la imagen de una jaula de grillos, con posiciones diferentes según los territorios, o lo que es lo mismo, la falta de autoridad de un Pedro Sánchez incapaz de imponer un único criterio. La paradoja se da en que esta vez la posición federal de Pedro Sánchez es coincidente con la de federación más crítica y más poderosa del PSOE, la de su eterna rival, Susana Díaz.
Ambos, Díaz y Sánchez, rechaza abierta y beligerantemente, cualquier tipo de alianza electoral con la formación de Pablo Iglesias. Posición a la que ponía voz esta tarde el secretario general del PSOE desde Barcelona aludiendo al espíritu "socialdemócrata del PSOE que sólo pone una frontera a la extrema izquierda".
Es exactamente el argumento que impusieron los propios barones a Sánchez en el comité federal del 28 de diciembre: la prohibición de no pactar con Podemos porque su referéndum es contrario a la Declaración de Granada de 2013 y rompe con la Constitución. El hecho de Puig y -más discretamente- el manchego, Emiliano García-Page, apuesten por lo contrario que defendieron hace cuatro meses es el motivo por el que en Ferraz atribuyen la operación de división de los barones a una maniobra más por deslegitimar a la dirección.