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El irresistible ascenso de Alfonso Rodríguez Gómez de Celis en el PSOE de Pedro Sánchez

De Triana como Susana, ha sido el coordinador de comunicación y estrategia de la campaña de Pedro Sánchez a nivel nacional.

De Triana como Susana, ha sido el coordinador de comunicación y estrategia de la campaña de Pedro Sánchez a nivel nacional.
Alfonso Rodríguez Gómez de Celis | Europa Press

Decía no hace mucho el personaje que haber ido por la vida socialista por las "buenas" no le había dado resultados. Esta vez que, por vez primera, le ha ido muy bien, a lo mejor ha sido por las "malas". Fue un alumno precoz de Emilio Carrillo, uno de los socialistas sevillanos que siempre fueron críticos pero nunca hostiles hacia el "aparato", y que terminó triturado por la presión.

Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, sevillano de 47 años, que vive en Triana y con un currículo donde abundan las diplomaturas, ha sido el coordinador de comunicación y estrategia de la campaña de Pedro Sánchez a nivel nacional. Junto al alcalde de Dos Hermanas, Quico Toscano, y el socialista almeriense, Nono Amate, ha sido el principal exponente del sanchismo. Es su cercanía personal con Pedro Sánchez, que siempre se ha reunido con él en sus viajes a Andalucía y su participación en la histórica victoria de ayer sobre Susana Díaz, a la que se opone desde su paso por Juventudes Socialistas, le convierten ahora en un personaje nacional con trayectoria emergente y, por ahora, imparable.

Durante la crisis interna que obligó a Manuel Chaves y José Antonio Griñán a apartarse del poder, crisis que empezó en 2008 –hace ya 9–, cuando se advirtió la trascendencia de los macrocasos de corrupción que empezaban a marcar el paso judicial en España, "Alfonsito" se decantó contra el modelo que entronizaba a Susana Díaz a dedo, al margen de cualquier procedimiento democrático real y el estilo susanista de ordeno, mando y cortocabezas heredado de Caballos.

Gómez de Celis, que nunca ha sido un revolucionario, no era tan amigo de Pepe Caballos, el mentor de José Antonio Viera y Susana Díaz que sí eran sus amigos por entonces. De hecho, tanteó que el entonces alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, diera un golpe contra Caballos en Sevilla instigado por Manuel Chaves en 2004. No se atrevió y finalmente los que dieron el golpe deseado por Manuel Chaves fueron José Antonio Viera y Susana Díaz que se encumbraron como dirigentes máximos del PSOE de Sevilla. Monteseirín cayó en desgracia y Gómez de Celis con él.

Precisamente en aquella campaña electoral interna, mientras Caballos hacía gala de su poder numérico, Viera, como acaba de hacer Susana Díaz con Felipe González, Alfonso Guerra y los barones autonómicos afines, exhibió su apoyo institucional. En aquel caso, fue Viera el que ganó. En aquel proceso, Susana Díaz coincidió con Gómez de Celis. Ambos participaron en la presentación de Viera, junto con el hoy presidente de la diputación, Fernando Rodríguez Villalobos y una jovencísima diputada llamada Verónica Pérez.

Es más, Quico Toscano presentó a Susana Díaz como un gran valor para el socialismo sevillano y Viera –recuérdese que ahora está imputado en el caso ERE–, la nombró secretaria de Organización del PSOE de Sevilla. Pero años después, en 2009, cuando Monteseirín, todavía alcalde socialista de Sevilla, propuso a Gómez de Celis como su sucesor al frente del Ayuntamiento, Griñán, Viera y Susana Díaz reventaron la operación encumbrando a Juan Espadas, actual alcalde de Sevilla, y "Alfonsito" quedó como ahora ha quedado Susana Díaz, como "la chata de Cái". Seguramente de ahí, con raíces en el pasado juvenil, viene el enfrentamiento radical entre ambos.

No acabó ahí la humillación política de Gómez de Celis porque esperaba que José Antonio Griñán, tras el desaire, lo nombrara consejero del gobierno andaluz pero la nombrada fue la excomunista Rosa Aguilar, mientras él sólo fue nombrado secretario general de la Vivienda.

La enemistad definitiva con Susana Díaz comenzó con la candidatura de Carme Chacón frente a la de Alfredo Pérez Rubalcaba en las primarias socialistas de 2012. Griñán y Susana Díaz apoyaban a la catalana mientras Viera se había decantado por Rubalcaba, siendo apoyado en la aventura por Quico Toscano y el propio Gómez de Celis, que desafió abiertamente al presidente de la Junta. Ganó Rubalcaba, aunque perdió en Andalucía y perdieron Chacón y Griñán, aunque ganaron en Andalucía. Se le vio, lo que son las cosas, junto a la ahora susanista Micaela Navarro, el propio Chaves y Zarrías, muy amigo de Gómez de Celis, entre otros, celebrar el triunfo pírrico de Rubalcaba.

Cuando esperaba que Rubalcaba tuviera un gesto en Andalucía con los que lo habían apoyado contra el aparato regional en el que Susana Díaz era ya una figura ascendente, Rubalcaba nombró a Griñán presidente del PSOE. A partir de desde momento, Díaz se enfrentó abiertamente a José Antonio Viera y a todos los que apoyaron a Rubalcaba, entre ellos y muy visceralmente, contra Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, al comenzó a castigar especialmente.

Desde su poltrona municipal y prestigio histórico, fue Quico Toscano el que comenzó a articular un frente antigriñanista, esto es, antisusanista. De haber ganado Javier Arenas por mayoría absoluta, habrían exigido la dimisión inmediata de Griñán y su equipo. Pero no fue así, lo que dio alas al griñanismo de la mano de Izquierda Unida. De hecho, se salvó de la quema junto con Susana Díaz, que logró convencer a Micaela Navarro para que no se enfrentara a ella en las primarias, como querían Toscano y Gómez de Celis entre otros. Sí lo hizo Luis Planas, cuyo principal asesor fue precisamente Gómez de Celis.

En la campaña que ganó Susana, Gómez de Celis ya comprobó cómo eran los modos y maneras de la trianera en las batallas internas. La recogida de avales era muy difícil porque el aparato socialista andaluz, al servicio de Díaz, no les dieron el censo ni los datos de los afiliados y militantes para impedir que alcanzaran el mínimo exigido de avales. Incluso les negaron organizar actos en algunas sedes del PSOE. Ante las dificultades, Gómez de Celis le aconsejó la retirada, pero Planas prefirió perder.

En el proceso que llevó a Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE en 2014 con el visto bueno de Susana Díaz, Gómez de Celis jugó un papel decisivo en la sombra para no despertar las iras de su "eterna" enemiga. "Alfonsito" conoció a Pedro Sánchez en el año 2008 porque coincidió con él en un grupo de trabajo organizado por el ahora dimitido Antonio Hernando. Cuando saltó el nombre de Pedro Sánchez frente al de Eduardo Madina, promovió la candidatura de Sánchez en Andalucía aprovechando el gran error de calado de Susana Díaz, que fue no presentarse entonces y dejar el sillón al madrileño.

El casi siempre perdedor Alfonso Rodríguez Gómez de Celis ha logrado en estas primarias su primera gran victoria y la ha obtenido frente a una enemiga de partido, esto es, mortal, que lo ha postergado durante años en el socialismo andaluz. Se hizo cargo de la campaña de Pedro Sánchez a finales de febrero como coordinador de estrategia y comunicación. Nadie como él podía conocer las fortalezas y debilidades de Susana Díaz.

Aunque la candidatura de Pedro Sánchez ha perdido en Andalucía, ha avanzado de manera notable en cuatro provincias: Cádiz, Málaga, Granada y Almería, donde ha logrado un tercio de los votos. Los futuros congresos, el regional y los provinciales, habrán de tener en cuenta a un sector Sánchez cada vez más poderoso en recursos, listas y legitimidad. Dentro de él, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis se convierte en un valor ascendente al que pronto veremos en las más elevadas responsabilidades del socialismo español.

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