Cataluña. Colapso y caos. Los Comités de Defensa de la República han cortado al menos 22 carreteras y protagonizado escenas de gran violencia en el centro de Barcelona. Desde primera hora de la mañana, grupos de individuos, la mayoría enmascarados, han interrumpido el tráfico en las principales vías catalanas sin que los Mossos hayan intervenido para disolver a los manifestantes.
Con pocos elementos, los CDR han maximizado sus sabotajes en los cuatro puntos cardinales de la región. Neumáticos quemados, contenedores cruzados, bengalas, cohetes y las vallas de contención utilizadas como arma arrojadiza contra los Mossos que blindaban la Lonja de Mar, donde se ha celebrado el Consejo de Ministros. Los violentos han recurrido a todos sus recursos para convertir Barcelona en una ratonera. En previsión, miles de personas han hecho noche en el aeropuerto de El Prat y en estaciones de tren. Otros han adelantado las fiestas de Navidad ante la evidencia de que los CDR les impedirían llegar a tiempo a sus trabajos.
La presidenta de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie, ha mostrado su satisfacción por las consecuencias de los llamamientos a la movilización. "Es como un día de huelga", dijo a primera hora. Garantizado el cerco a Barcelona, las "columnas" de los CDR se han empleado a fondo en la zona del Paralelo y las Atarazanas, al punto de forzar cargas dispersas de los Mossos para contener a los manifestantes. Al mediodía, la policía regional reportaba siete detenciones. A primera hora, en cambio, los Mossos velaban porque las columnas de encapuchados que se dirigían al centro de Barcelona fueran cortando las calles y bloqueando a los vehículos a su paso.
El tráfico ha caído en más de un cincuenta por ciento en la capital catalana. Tiendas con las persianas bajadas, oficinas cerradas, clases suspendidas y graves alteraciones en toda Cataluña sin que los Mossos intervinieran en los puntos tomados por los CDR previa publicidad en las redes sociales. El riesgo de que los manifestantes desbordaran la penúltima línea policial ante la Lonja de Mar motivó una cierta actividad de los Mossos en contraste con las facilidades con las que se han encontrado los CDR de toda Cataluña para imponer su ley en las principales vías de comunicación.
Las juventudes de la CUP, Arran, y los CDR claman contra la actuación policial. Gritan a los agentes que son fuerzas de ocupación y que no se merecen llevar la bandera catalana en el uniforme. Exigen la dimisión del gobierno catalán en pleno. Ningún dirigente nacionalista ha llamado a la calma a los convocados por los CDR, que a pesar de haber movilizado a menos personal que en otras ocasiones han logrado cumplir sus amenazas y adueñarse del centro de Barcelona y de buena parte del territorio catalán.