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"La mala racha de Sánchez: de capa caída y de mal en peor"

Marruecos envía un recadito al Gobierno para recordarnos quién manda. Y los socios de Sánchez le hacen un corte de mangas en Cataluña.

Marruecos envía un recadito al Gobierno para recordarnos quién manda. Y los socios de Sánchez le hacen un corte de mangas en Cataluña.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | EFE

El Mundo

"Rabat presiona a España con una oleada migratoria récord". Recuerda el editorial a Sánchez que es el "procedimiento utilizado históricamente por la monarquía alauí para presionar a las autoridades españolas y desestabilizar el país", que parecen nuevos, leñe. "Es inadmisible que Marruecos abdique de sus compromisos para ejercer el control migratorio, pero corresponde al Gobierno hacerse respetar con diplomacia y firmeza". Sánchez ha reaccionado con inusitada contundencia y ha anunciado que tiene un plan para 2050.

El segundo disgusto se lo llevó Sánchez en Cataluña. "Carles Puigdemont hará presidente de Cataluña a Pere Aragonès pero se queda las grandes áreas del Gobierno". Concluye Rosell que "Cataluña continuará hundida en la parálisis legislativa, el desgobierno político, la decadencia". ¿Y qué fue del cacareado efecto Illa?, se preguntarán. Pues se le ha quedado cara de Arrimadas.

"Ni ERC quiso nunca moderarse ni el efecto Illa existe fuera de los relatos averiados de Iván Redondo ni habrá otro tripartito en Cataluña que el que acaban de sellar las tres fuerzas desleales a la Constitución, al Estatut, a la solidaridad interterritorial y al sentido común. Más de lo mismo, pero peor". El bucle catalán, qué cansinos son.

"Ahora el Gobierno de España es rehén de ERC, que a su vez es rehén de Puigdemont. Y todo por la voluntad, hija de su ambición y de su nulo sentido de Estado, de un solo hombre: Pedro Sánchez". Lleva una rachita que tela. Si pone un circo le crecen los enanos.

Arcadi Espada, sin embargo, cree que ERC ha ganado el envite. "El partido de Puigdemont puede enredar vistosamente la gestión cotidiana, a la manera de la podemia, pero sus posibilidades de convertirse en una alternativa han quedado profundamente afectadas por el hecho mismo de la formación del Gobierno. Esquerra está hoy más cerca de adueñarse de la centralidad catalana y aún puede estarlo más en los próximos años, a poco que su gestión del post Proceso y la post Pandemia sea mínimamente sosegada". Son las cualidades que caracterizan a los de Rufián, la centralidad y el sosiego.

Jorge Bustos anuncia el fin del sanchismo. "Uno llegó a creer que el bofetón de realidad del 4-M surtiría algún efecto pedagógico", pero qué va. "No habrá giro al centro porque no puede. Porque su pacto con populistas y separatistas, ese por el que lo echaron cuando el PSOE vivía, es de naturaleza fáustica: si lo traiciona caerá rápido y si lo respeta despacio, pero morirá con los electrodos puestos, lentamente carbonizado por renunciar al consenso constitucional que la generación de Guerra selló". Eso sin contar que ningún giro al centro en este individuo sería ya creíble. Le queda aferrarse a los dos años de legislatura que quedan y ya.

El País

"ERC cede poder a Junts para una difícil gobernabilidad". A El País se le ha quedado cara de tonto con el fracaso de la operación Illa. Ha salido como la operación Murcia. Dice el editorial que "desafortunadamente para Cataluña, el pacto dista de configurar un horizonte esperanzador".

"ERC y Junts han alcanzado el acuerdo más por falta de alternativas viables que por convencimiento y coherencia de visiones". ¿Desde cuándo Puchi y Junqueras han tenido coherencia de visiones? Ellos van a lo suyo.

"Ojalá, a la luz de sondeos y de las voces de la sociedad civil, el nuevo Govern entienda que debería centrarse en una gestión socioeconómica pragmática, aparcar unilateralismos y rebajar la presión independentista. A la vista de factores pasados y presentes, no cabe depositar mucha confianza en que así sea". Este es el resultado del efecto Illa. Enhorabuena de nuevo a Iván Redondo.

Y Enrique Gil Calvo demuestra de nuevo que la izquierda no es capaz de analizar lo del 4 de mayo con un poco de sentido común. Están aferrados a las borracheras y de ahí no se van a mover. La aplastante mayoría de los madrileños de todas las edades y condición son unos tabernarios y punto pelota. Incluso las monjitas que se hacían fotos con Ayuso son unas borrachinas.

"Ayuso arrolló prometiendo a la plebe pan y circo, pan y bares, pan y toros. Pan en forma de rebajas fiscales exclusivas de Madrid (pues si se extendieran a las demás comunidades autónomas desaparecería el dumping fiscal) y de empleo precario en la hostelería madrileña". Hombre, señor Gil, no es que Ayuso prometiera rebajas fiscales solo para Madrid, es que no tiene competencias para extenderlas a otras comunidades. Y el empleo precario de la hostelería es en toda España, no solo en Madrid, intenten ser un poco serios en sus análisis.

Cree este lumbreras que Ayuso ha utilizado la "libertad para salir de fiesta" como un "soborno moral especialmente tentador para una juventud sitiada por la pandemia. No libertad para emanciparse de la dependencia familiar, que se refuerza cada vez más, sino libertad para entregarse al ocio nocturno como si no hubiera un mañana". "Ayuso ha devuelto a la juventud actual al pasotismo hedonista del botellón acomodaticio". Botellones hay en todas las ciudades de España, y se han multiplicado tras la caída del estado de alarma. Si esta es la estrategia de la izquierda para los próximos dos años tendremos Ayuso para décadas. Que sigan, que sigan.

ABC

"Marruecos desafía a España: miles de jóvenes cruzan la frontera a nado". El periódico de Vocento, uno de los más críticos con Marlaska, le dedica hoy reportaje homenaje. "Marlaska se opuso a traer al líder del Polisario y advirtió de las consecuencias". "Advirtió de ellas de forma expresa, y con vehemencia, para intentar evitar uno de los mayores errores diplomáticos que podía cometer el Gobierno español". ¿Nos quieren decir que Marlaska le cantó las cuarenta a Pedro Sánchez? Pero si es su perrito faldero.

"Llama la atención, además, que el Ministerio de Asuntos Exteriores se haya puesto de perfil en una crisis que ha provocado él mismo y haga recaer toda la responsabilidad, y todo el desgaste, sobre el de Interior. De hecho, fue este último el único que dio la cara, en medio de un incomprensible silencio del resto de los implicados en la crisis, entre ellos, de forma fundamental, Pedro Sánchez". Triple salto con tirabuzón en el trato a Marlaska en ABC.

"Sánchez mantiene la alianza con ERC pese a ceder ante Puigdemont". Dice el editorial que "la nueva Generalitat será más de lo mismo, con conflictos continuos y recelos entre socios, con incapacidad para aprobar una sola ley que beneficie a los catalanes, y con una agenda identitaria muy alejada de la imprescindible gestión del día a día. Es lo que han votado mayoritariamente los catalanes, y ahora sufrirán de nuevo las consecuencias de vivir bajo el paraguas de un gobierno que hace del odio a la democracia su razón de ser". Es lo que votan.

Isabel San Sebastián se quita el cráneo ante el éxito de la operación Illa. "El inquilino de La Moncloa y su gurú de cabecera fraguaron la candidatura de Salvador Illa a la Generalitat a base de lanzar ataques contra Madrid, destinados a satisfacer los más bajos instintos del catalanismo radical. Como consecuencia de esa ‘brillante’ estrategia, el PSOE se hundió en el territorio que enseñorea Isabel Díaz Ayuso y queda igualmente relegado a la nada en Cataluña, donde Illa no pinchará ni cortará otra cosa que su propia frustración". El último mono del Parlament, en eso ha quedado el brillante efecto Illa. Hasta la CUP tiene más fuerza que el PSC. Genial, simplemente genial.

La Razón

"Indultos y sedición: la vía Sánchez tras el pacto de Cataluña". También Marhuenda se chotea de los socialistas. "Mientras el PSC informaba a la Moncloa de que no habría acuerdo, ERC decía justo lo contrario. No se dieron cuenta de que eran convidados de piedra en una cuestión que afectaba solo a dos. A Junqueras y Puigdemont les importa un pepino, para que lo entiendan en lenguaje coloquial, lo que piensen, crean o quieran los socialistas. Es una relación meramente instrumental, porque siempre se pueden aprovechar de la debilidad de Sánchez. Son ellos quienes reparten el bacalao.

Dice Abel Hernández, reflejando el cansancio que produce Cataluña que "ya vuelve la burra al trigo. Otra vez, con infinita pereza, no queda más remedio que observar lo que pasa en Cataluña". Pues no pasa nada que no haya pasado antes.

Eso sí, "la mala racha del inquilino de la Moncloa va por barrios y se sucede sin interrupción". Lo de Illa, lo de Murcia, lo de Madrid. "Mientras el Gobierno siga pendiente, para sobrevivir, de Rufián y Otegui, no tendrá nada que hacer. Va de capa caída e irá de mal en peor". Así que, hala, compren palomitas y siéntense a verle caer como cayó Pablo Iglesias.

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