
El Mundo
"Argelia retira a su embajador tras acusar a Sánchez de traición". O sea, que Sánchez cabreó a Marruecos con Ghali y para hacer las paces ha cabreado a Argelia con el Sáhara. Resultado, ahora estamos sin embajador de Marruecos (a eso de las tres de la tarde Europa Press informaba de que la embajadora de Marruecos volvía a España para aliviar un poco el sofoco de Sánchez) y sin embajador de Argelia. Y los saharauis con un cabreo sideral. Premio, tío, qué pedazo de estratega, una jugada redonda la del presidente viajero. Ya solo falta que Putin nos invada.
Dice Lucía Méndez que "el Ejecutivo confía en que Argelia "mire para otro lado" al abrirse oportunidades desde el punto de vista económico para sus exportaciones de gas". Pues le ha salido el tiro por la culata.
Dice el editorial que "lo dice todo del cesarismo de Pedro Sánchez el irresponsable volantazo que ha dado a una política de Estado crucial como la del Sáhara, y que como cabía temer nos aboca a un preocupante choque con Argelia cuando estamos en sus manos para sortear la crisis energética". Hombre, se supone que cuando uno toma una decisión así lo tiene todo pensado. Pues Sánchez no. "Vuelve a evidenciarse la deslealtad, la falta de visión de Estado y la nula voluntad de pactos con el PP del inquilino de la Moncloa. Se comprende así el fuerte malestar de Núñez Feijóo, quien, cargado de razón, acusó ayer a Sánchez de actuar con 'temeridad'". Que a lo mejor había una solución intermedia, pero como no consulta con nadie...
"Vox acusa al Gobierno de dejar a los españoles 'sin ahorros ni futuro' en la manifestación contra la subida de precios". En la de ayer, hoy viene la que llaman España Vaciada a cantarle las cuarenta al Gobierno de Sánchez. Una horda de ultraderechistas al servicio de Putin que estaban escondidos en las granjas y campos de toda España.
Dice el editorial que "el campo está al borde de la quiebra. Ya no soporta la escalada de precios de carburantes, electricidad, fertilizantes y piensos. Y, en lugar de buscar soluciones serias, y tal como estos últimos días está haciendo ante las protestas de otros muchos sectores como el del transporte, el Gobierno criminaliza a quienes se movilizan y trata de agitar el sectarismo colocándoles el cartel de "ultraderecha". "No son patriotas, son alborotadores", despachó este sábado el ministro Bolaños". A Sánchez le falta mandar detener a los que osan manifestarse contra él.
El País
"El giro del Gobierno sobre el Sáhara desata una crisis con Argelia". Del Gobierno nada, de Sánchez. ¿No contaba con ello? ¿Y para eso pagamos un ejército de asesores?
El panfletillo sanchista dice que "el intento del Gobierno de cerrar la crisis diplomática con Marruecos ha abierto otra con Argelia y ha colocado al Ejecutivo ante una tormenta política en España, donde todos han dejado solo al PSOE, de sus socios de Gobierno a sus aliados parlamentarios y al principal partido de la oposición". ¿Que le han dejado solo? ¿Contó él con alguien cuando tomó la decisión? La tomó solo, pues que apechugue. Qué cara más dura tiene la Pepa.
"Fuentes gubernamentales aseguran que informaron a las autoridades argelinas del acuerdo con Rabat, horas antes de que la Casa Real marroquí lo hiciese público". ¿Horas antes? Lo mismo mandaron un wasap.
"Las mismas fuentes se mostraron confiadas en que la indignada respuesta de Argelia no afecte al suministro de gas". Pues no sé yo. No se puede andar cabreando a todo el mundo al mismo tiempo.
El editorial pide explicaciones. "Cualquier modificación en la posición española sobre la relación entre Marruecos y el Frente Polisario no puede ser resuelta como un trámite diplomático más, del que todos nos enteramos por Marruecos y al que da réplica el ministro español de Exteriores en una rueda de prensa improvisada horas después".
"A tenor de lo ocurrido en las últimas horas, ni buena parte del Ejecutivo, ni los socios de gobierno —muy sensibles a una de las banderas históricas de la izquierda española— ni el principal partido de la oposición, conocían que iba a hacerse público un acuerdo de esta trascendencia histórica". "Albares acudirá a la carrera de San Jerónimo, pero es Pedro Sánchez quien debe dar las explicaciones sobre la carta remitida a Marruecos como presidente del Gobierno y sobre el contenido del pacto". Vamos, que Pepa Bueno está también cabreada, pero como es tan sectaria tiene que meter al PP en el nuevo jardín en el que se ha metido Sánchez solito.
"La irresponsabilidad exhibida por el PP en los momentos más delicados de las recientes crisis migratorias con Marruecos no exime al presidente de la obligación de informar, debatir y buscar consensos con todos los partidos de la Cámara en un asunto de esta naturaleza".
El titular de la huelga de transportistas da una idea de la miseria moral del Ibex 35. "Carestía y precios disparados en los grandes mercados de abastos por la huelga de los transportistas". Vamos, que ahora de la subida de precios tienen la culpa los transportistas. "El paro en el transporte de mercancías por carretera ahoga a mayoristas y comerciantes de Madrid y Barcelona". Y es que, Sánchez ha prohibido que se utilicen las palabras huelga y de piquetes. Son paros y activistas. Salvando las distancias, como Putin con la guerra de Ucrania.
ABC
"La presión de los precios desbocados tensa las costuras de la paz social". Y no, no es por culpa de los transportistas, como dicen los sinvergüenzas de El País. Dice el editorial que "los esfuerzos de la izquierda por ‘no perder la calle’ y que no prolifere un estallido social contra el Gobierno empiezan a ser insuficientes". Hombre, insultar a los ciudadanos que no llegan a fin de mes y se arruinan cada día no es la mejor estrategia.
"Crece la preocupación en la Moncloa a que la derecha, y en particular Vox, rentabilicen el desgaste de un Ejecutivo superado por las circunstancias. No obstante, se equivocará mucho Sánchez si persiste en la absurda idea de que la ciudadanía indignada, o sectores como la ganadería, los transportes, la pesca, la agricultura, el sector lácteo o la siderurgia son solo nidos de ultraderechistas que conspiran contra Sánchez". Pues persiste, persiste.
"Resulta irónico que ahora mismo no se esté produciendo una ‘huelga legítima’ del transporte, sino un ‘boicot al Gobierno’". Huelga está censurado. "Ahora no hay trabajadores en lucha por una causa común, sino terminales de la extrema derecha conjurados contra Sánchez. Ahora no hay ‘piquetes informativos’, sino una ‘violencia intolerable’. "Para ser ‘minoritarios’ los convocantes del paro (representan nada menos que a 90.000 empresas), al Gobierno se le nota demasiado su preocupación". Tal vez debería tapar la boca a la ministra Montero, con su agresividad les ha dejado en evidencia a todo el Ejecutivo.
Alberto García Reyes dice que la "ministra Montero de Triana" utiliza la "retorica tabernaria". "Hace muy poco tiempo, los mismos camioneros a los que ahora criminaliza eran los valientes salvadores que nos abastecían durante el confinamiento. Ahora son títeres de la ultraderecha. El arreón de Montero contra Putin, la ultraderecha y la madre que parió a Panete se llama desparpajo, aunque los currantes que vivimos a dos velas no tenemos muchas ganas de discutir y estamos dispuestos a aceptar esa oratoria de plazoleta -¡no te quejes de los palos que te doy, so facha!- si la ministra de Hacienda, ¡que ella es la ministra de los impuestos!, nos baja el puyazo y podemos dejar de freír los huevos con saliva".
Ignacio Camacho dice que "de repente la legítima expresión de descontento de la clase obrera ha pasado a ser un sabotaje vandálico 'de la ultraderecha'. El problema añadido es que a los protagonistas de este plante -y de los que por desgracia vendrán- les traen sin cuidado los adjetivos. No se dan por aludidos". Sus problemas son tan reales que le importa un bledo los insultos del Gobierno. "Hay un incendio social en ciernes y no lo van a apagar las excusas ni el sectarismo". Parece mentira que el Gobierno no lo viera venir.
La Razón
"Isabel Rodríguez: 'El pacto con Marruecos implica respeto y ausencia de acciones unilaterales'". Ya. De momento lo que ha implicado es que nos estamos quedando sin embajadores con las brillantes operaciones de Sánchez. Y para más inri, "el enfado de Argelia con Sánchez pone en riesgo casi la mitad del gas que llega a España". ¿No había otro momento para tocarle las narices a Argelia?
"El Gobierno entra en pánico por el descontrol de la calle", cuenta Carmen Morodo. Y las ratas se preparan para abandonar el barco. "Podemos se plantea ya su utilidad en el Gobierno". "Ante el paro de los transportistas el Gobierno está exhibiendo todas sus debilidades, y son conscientes de ello, así como de la pobreza de su argumentario. La idea de que los manifestantes son agentes de la extrema derecha no sirve para tapar una realidad". ¡Anda! ¿Les ha costado mucho llegar a esa conclusión a los lumbreras de Moncloa? Pues siguen insistiendo en que España es un nido de fachas aliados de Putin. "Los interlocutores socialistas coinciden en que para hacer frente a este escenario de crisis general Sánchez necesitaría afrontar 'una remodelación ministerial y romper con Podemos' para buscar acuerdos con el nuevo jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Este giro de 180 grados no encaja con la personalidad del jefe del Ejecutivo y el guion que ha seguido hasta ahora en Moncloa, pero en el PSOE hay quien ya lo ve como la única salida para evitar el colapso". Podemos ya no pinta nada ni dentro ni fuera del Gobierno.
Como dice Marhuenda, "la razón por la que Podemos no rompe la coalición es tan evidente que no entiendo que alguien crea posible que se pueda producir. No es un ejercicio de responsabilidad, sino de interés puro y duro. Los camaradas colocados por el telepredicador están muy contentos con sus sueldos y sus cargos". Y si no les echa Sánchez nadie los sacará de ahí. "Me parece muy bien que sigan en el Gobierno, porque cuanto más dure la legislatura mayor será el fracaso electoral", se frota las manos.
Pedro Narváez disfruta con el lío en el que se ha metido el Gobierno con los camioneros. "La única que podría hacer frente a los camioneros en huelga es Irene Montero, vigilando las cabinas a ver dónde encuentra los almanaques de tías en pelotas para sancionarlos por machistas. En los talleres de coches casi no queda ninguno pero los camioneros, como son de nacimiento de extrema derecha, seguro que mantienen la tradición de dormirse con dos melones apuntando al sueño". Qué políticamente incorrecto eres, Narváez, los remilgados estarán pidiendo las sales. "Que estaba muy mal que la Policía redujera a los perroflautas que querían rodear el Congreso pero, por favor, a los camioneros, a los camioneros un buen palo en el lomo, hombre". A los camioneros, a los agricultores, a los ganaderos, que no te enteras, España está plagada de fachas compinchados con Putin.






