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Día negro en Europa para Sánchez: descartan su plan del gas y casi se sale de la foto de la OTAN

El Consejo Europeo hizo poco caso a su propuesta para topar los precios del gas mientras Alemania hacía lo que el Gobierno desprecia: bajar impuestos.

El Consejo Europeo hizo poco caso a su propuesta para topar los precios del gas mientras Alemania hacía lo que el Gobierno desprecia: bajar impuestos.
Pedro Sánchez, en la esquina de la foto de la OTAN | Cordon Press

Este jueves comenzó en Bruselas una de las reuniones del Consejo Europeo más importantes de los últimos tiempos, un Consejo en el que Sánchez había empeñado mucho esfuerzo, tanto que lleva días de road show por Europa reuniéndose con los líderes de los países miembros para tratar de convencerles de que sea el Consejo Europeo el que tome por unanimidad la decisión de "desacoplar" los precios del gas de los precios de la electricidad (básicamente topando los precios del gas, de la electricidad o cambiando el sistema de fijación de precios eléctricos). Eso sí, Sánchez lo que no quiere ver ni en pintura son rebajas de impuestos. Entre otras cosas, porque su proyecto estrella es un rejonazo fiscal histórico, como prepara ya Montero con ayuda de sus propios expertos.

Pues bien, Alemania asestaba el primer golpe a las ambiciones sanchistas al bajar los impuestos para aliviar los altos precios de los carburantes. El remate fue que las dos principales medidas que lleva Sánchez promocionando por Europa no se han considerado esenciales y se han relegado para otra ocasión. La Comisión Europea ha decidido esperar al informe de la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía, que presentará en abril, para entrar a estudiar el asunto. En cualquier caso, la asociación de mercados eléctricos europeos Europex ya ha pedido a la Comisión Europea que asegure que cualquier medida que se acabe tomando "no ponga en riesgo los éxitos y la eficiencia del diseño de mercado existente" y que ha permitido tradicionalmente precios bajos y la subsistencia de distintas formas de generación. Pero por si fuera poco, la Comisión se ha mostrado de acuerdo en una posición prudente ante lo que podría ser una más que evidente "distorsión" y "perturbación del mercado".

Es más, Alemania era quien más recelos expresaba sobre el "desacoplamiento del coste del gas del precio final de la electricidad" que quiere Sánchez. La única esperanza que le queda al presidente del Gobierno es que la Comisión Europea acabe decidiendo limitar el precio del gas en el mercado mayorista, pero esto tampoco convence a buena parte de los países miembros. Entre otras cosas, porque necesitaría la creación de un mecanismo de compensación que, según quieren, sea asumido por el propio sector gasista. Es decir, la generación de una suerte de déficit de tarifa que terminarán pagando los consumidores en las futuras facturas y a plazos.

También ha quedado descartada otra pretensión del ejecutivo: fijar junto a Portugal un precio máximo de la electricidad en 180 euros el Mwh. Bruselas no da su visto bueno al obligar a cerrar la interconexión con Francia. La cuenta es sencilla. Si se hace, españoles y portugueses asumirían el coste de esta medida (no hay que olvidar que limitar los precios no significa que la electricidad cueste menos, sino que lo que se deja de pagar hay que pagarlo posteriormente), mientras que el resto de Europa podría adquirir la electricidad española a un precio más bajo que en sus propios países y sin pagar el coste.

La foto de la OTAN

Así las cosas, Sánchez recibió un fuerte revés en el Consejo Europeo en el que tenía puestas tantas esperanzas, ya que lleva semanas fiando a esta reunión cualquier medida del Gobierno para aliviar la tensión que viven familias y empresas merced a la fuerte inflación que arrastramos desde el pasado verano y que se ha visto impulsada con la invasión de Putin.

Pero no fue la única. Otro de los reveses sufridos por Sánchez, y sentido especialmente en su ego, fue la foto de familia de la OTAN que se hicieron los líderes de la alianza Atlántica. Sánchez aparece en la última fila y en uno de los extremos. Además, el propio Sánchez se coloca mal y parece apartado del resto del grupo.

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Y es que este jueves los líderes de la OTAN, del G7 y de la Unión Europea (UE) celebraron tres cumbres sucesivas en Bruselas en las que sellaron su apoyo unánime a Ucrania y redoblaron sus advertencias a Rusia, a quien volvieron a pedir que pare la invasión a Ucrania.

Tres citas con múltiples actores pero con dos claros protagonistas, el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, quien intervino en todas ellas por videoconferencia para pedir insistentemente más ayuda militar para su país y más sanciones contra Rusia.

Polémica por el lapsus de Draghi: "Gracias, Antonio"

Y como las desgracias nunca vienen solas, el ego de Sánchez fue atacado una vez más este jueves cuando las redes sociales y los medios de comunicación recuperaron un momento que había pasado inadvertido una semana antes, el viernes 18, en la rueda de prensa conjunta que dio junto a los primeros ministros de Italia y Portugal, Mario Draghi y Antonio Costa. En un momento de la rueda de prensa, Sánchez termina su intervención y agradece al "pueblo italiano" y a su primer ministro Mario Draghi la hospitalidad y acogida que les han brindado, a lo que Draghi contesta: "Gracias, Antonio".

La cosa no pasó de una anécdota, pero ayer fue recuperado por medios de comunicación y redes sociales que hicieron mofa con el incómodo momento de Pedro Sánchez. No en vano, tampoco falta quien considera que el lapsus no fue tal y que se limitó a dar paso en la palabra a Costa. Sea como fuere, lo cierto es que el momento ayer se hizo viral en redes sociales

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