Anatoli Shariy, un bloguero ucraniano residente en Tarragona y partidario de Putin, ha pasado a disposición judicial en la Audiencia Nacional. Detenido este miércoles en virtud de una orden internacional emitida por Ucrania, el ciudadano prorruso está acusado de traición y de promover un discurso de odio al servicio de intereses extranjeros, en alusión a Rusia.
Shariy ya había sido señalado por sus compatriotas hace unas semanas, al comienzo de la invasión, cuando le montaron un escrache en su domicilio. Se da la circunstancia de que es Gonzalo Boye quien ejerce la defensa del detenido, a quien las autoridades de Kiev acusan también de haber llevado a cabo actividades contrarias a la seguridad nacional.
Gonzalo Boye es uno de los personajes del círculo de Carles Puigdemont que un informe de inteligencia europeo publicado por The New York Times relacionaba junto a Josep Lluís Alay con contactos con personajes del Kremlin y de la delincuencia organizada rusa.
Boye, que fue condenado a catorce años de cárcel (de los que cumplió seis) por el secuestro a cargo de ETA de Emiliano Revilla, también es el abogado de Pablo González, un periodista colaborador de Público que permanece detenido en Polonia desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania bajo la acusación de espionaje a favor de Rusia.
El ucraniano Shariy pasará a lo largo del día de hoy a disposición del juez José Luis Calama, titular del juzgado de instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, que esta semana está de guardia. Calama es el mismo magistrado que ha asumido la investigación de la denuncia del Gobierno sobre el espionaje al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la ministra de Defensa, Margarita Robles, con el programa Pegasus, un malware con el que, según el movimiento independentista, el Ejecutivo ha espiado de manera masiva a sus líderes. Boye es el representante legal también de Quim Torra, que ha denunciado ante el Supremo a Pedro Sánchez por lo que el separatismo denomina catalangate.
Los Servicios de Seguridad de Ucrania (SBU) han asegurado, según reporta Europa Press, que la detención de Shariy es "otra prueba de que los traidores recibirán su castigo tarde o temprano". Shariy dispone de un canal propio en Youtube desde el que denunciaba la supuesta corrupción del régimen de Kiev.
El frente catalán
No es el primer episodio relacionado con la invasión de Ucrania en suelo catalán. La semana pasada aparecieron muertos en una lujosa propiedad de Lloret el exdirectivo de la gasista rusa Novatek Serguéi Protosenya, su mujer y su hija. La escena sugería que Protosenya había asesinado a las dos mujeres y se había quitado la vida. Idéntico caso el mismo día y en Moscú que el de otro oligarca caído en desgracia, Vladislav Avayev.
En paralelo, el Gobierno retenía en aguas de los puertos de Barcelona y Tarragona al menos cuatro yates de millonarios rusos en cumplimiento de las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea a Rusia tras la invasión de Ucrania, que comenzó el pasado 24 de febrero.