
Los casos de menores tutelados abusados o prostituidos se extienden. Y, con ellos, los escándalos de intento de tapado político para que estos casos no perturben sus carreras políticas. Y literalmente eso es lo que acaba de ocurrir en el País Vasco. PSOE y PNV se acaban de unir para tapar otro caso de prostitución de menores tutelados. El PP quiere que comparezca la actual consejera de Políticas Sociales y antigua responsable directa del control de esos centros de menores tutelados en Álava por un grave escándalo de prostitución de niños que debían ser protegidos en los centros. Pero los populares se han encontrado con el bloqueo férreo del PSOE y del PNV. Del PSOE porque es el socio de Gobierno del PNV en el País Vasco. Y del PNV porque este partido pretende presentar a la consejera, Beatriz Artolazabal, como candidata a la Alcaldía de Vitoria en las muy próximas elecciones municipales.
El nuevo episodio de menores prostituidos que debían ser tutelados por la Administración dio comienzo en noviembre de 2015. Por esas fechas, un anónimo llegó a los despachos de los grupos políticos de las Juntas Generales de Álava desvelando graves irregularidades en los centros de menores. El mensaje desvelaba "un deterioro progresivo de la atención a los menores y las graves consecuencias que se estaban ocasionando para sus trayectorias personales". Los grupos políticos advirtieron ya entonces al Gobierno regional del PNV de la gravedad de la acusación.
En abril de 2016 el escándalo fue a más: la madre de un chico internado en el Centro de Menores Sansoheta (Álava) denunció a la Policía Local sus sospechas de que su hijo mantenía encuentros sexuales a cambio de dinero. La Policía Local contactó con el servicio de menores de la Diputación. La investigación, sin embargo, no avanzó, ni en la Policía Local, ni en la Diputación Foral de Álava. Los responsables políticos del PNV y del PSOE del Ayuntamiento de Vitoria, responsables de la Policía Local, niegan que conocieran de boca de la Policía Local la denuncia. Y la entonces diputada de Servicios Sociales de aquella Diputación de Álava, Beatriz Artolazabal, asegura que tampoco lo supo hasta octubre, cuando salta el escándalo. Artolazabal es hoy consejera de Empleo y Políticas Sociales.
Casualmente se da la circunstancia de que en esas fechas y durante varios meses, Artolazabal mantuvo sin cubrir el puesto de subdirector del Área del Menor e Infancia. Y, sea como sea, Artolazabal era la máxima responsable de cubrir esa plaza y también, por supuesto, del correcto funcionamiento de los centros de tutela de menores.
Y, de nuevo sea como sea, entre abril y octubre, y a pesar de la denuncia inicial y la advertencia de la madre, la red de prostitución continuó funcionando.
En agosto de 2016 se sumaron denuncias e indicios graves: un vecino de la zona cercana al centro de menores Sansoheta denunció haber visto a un anciano de pelo blanco, de entre 60 y 70 años, besando en la boca a un joven del centro dentro de un vehículo Mercedes de gama alta. Según el testimonio, a continuación, el menor salió del vehículo y entró en el centro de menores. El vecino llamó al 112 y denunció los hechos formalmente. Pese a todo ello, hubo de esperar a octubre de ese 2016 para que el escándalo saltase y se conociera la noticia de que la Diputación Foral de Álava había puesto, por fin, una denuncia ante la Policía Autonómica (Ertzaintza).
Detención de 14 personas
La Ertzaintza se tomó el asunto tan en serio que detuvo a 14 personas, entre ellos un psicólogo que trabajaba para los servicios sociales del Ayuntamiento de Vitoria y un monitor del Centro Sansoheta. Y, pese a las denuncias previas, la versión oficial asegura que la Diputación Foral de Álava descubrió los hechos por otro testimonio de un adolescente, que denunció lo que ocurrió a un monitor en las horas de tutoría. El chico relató que los hechos sucedían desde 2015.
Lo cierto es que cuando los menores implicados fueron llamados a declarar ante el Juez, admitieron que llevaban prostituyéndose desde hacía más de un año. Los adolescentes utilizaban los ordenadores del Centro de menores para contactar con clientes y concertar citas y encuentros sexuales, en los que chicos y chicas se prostituían y hacían de camello en algunas ocasiones comprando droga para sus clientes.
Escusas de la Diputación Foral de Álava
La Diputación Foral de Álava justificó que en esos 6 meses entre abril y octubre no se hiciera nada por descubrir estos hechos con un extraño argumento: que el menor cuya madre advirtió a la Policía de los hechos se fugó del centro en varias ocasiones. Y, en medio de todo ello, llegó el premio para Artolazabal: en ese mismo 2016, en noviembre, es elevada y nombrada Consejera de Empleo y Servicios Sociales del Gobierno Vasco por Iñigo Urkullu. Un ascenso mágico: Artolazabal pudo abandonar la Diputación Foral de Álava, apenas unas semanas después de haber estallado el escándalo.
En septiembre de 2022 dio comienzo el juicio por los abusos sexuales a los menores. Un total de 8 acusados se enfrentaban a posibles y graves condenas cuando cuatro de ellos reconocieron los hechos y pactaron con la Fiscalía penas entre 1 y 13 años. Y con todo ello, el PP ha pretendido algo tan obvio como que las Juntas Generales pudiesen exigir la comparecencia de Beatriz Artolazabal, Consejera del Gobierno Vasco, para dar explicaciones de lo ocurrido bajo su etapa como responsable final de los centros de menores en esa zona. Pero Artolazabal acaba de ser nombrada candidata a la Alcaldía de Vitoria por el PNV Y los ‘populares’ se han topado con el férreo bloqueo del PSOE y PNV.

