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Sandra Bermejo tenía previsto viajar a Madrid unos días después de su desaparición

"El suicidio lo descartamos", asevera su familia, "tenía demasiadas cosas buenas para seguir aquí". Su primer sobrino nació el 17 de octubre.

"El suicidio lo descartamos", asevera su familia, "tenía demasiadas cosas buenas para seguir aquí". Su primer sobrino nació el 17 de octubre.

La Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Gijón en coordinación con la Unidad Especializada de los GEO ha reiniciado este miércoles las labores de búsqueda de Sandra Bermejo en la zona intermareal del Cabo de Peñas, el lugar donde su móvil emitió señal por última vez el pasado 8 de noviembre. Hasta el momento, los esfuerzos por encontrar a la psicóloga madrileña se han centrado en este paraje asturiano.

Allí también fue localizado su vehículo, con su bolso y sus pertenencias en el interior. Aficionada a la naturaleza y el deporte, era un punto de Asturias que frecuentaba y conocía. A su familia no le extrañó que pudiera haber decidido ir a dar un paseo aprovechando que algunos de sus pacientes -de Madrid, donde era festivo al día siguiente- le habían cancelado algunas citas de la tarde. Ella vivía en Gijón, a unos 30 kilómetros.

La policía mantiene "abiertas todas las hipótesis, desde es suicidio a la desaparición forzosa", confirman fuentes policiales. Aunque para los seres queridos de Sandra la posibilidad de que ella se desplazara al lugar para quitarse la vida nunca fue una opción. Según explican a LD, "tenía una nueva ilusión". Se refieren a su sobrino, que nació el pasado 17 octubre.

El vínculo familiar

Entonces Sandra viajó a Madrid -donde permaneció una semana- para conocer al nuevo miembro de la familia. Su idea era volver a mediados de noviembre. "Quedamos para vernos sobre el fin de semana del 19 de noviembre. Nos íbamos a juntar todos", nos cuentan, "para pasar el día juntos, y así verla a ella y al niño". Ella no quería "esperar a las Navidades", aseguran, "tenía mucho vínculo familiar".

Sandra mantenía contacto permanente con ellos. Había hablado con su madre y su tía el domingo 6 de noviembre, dos días antes de su desaparición. Y tenían una videollamada prevista para el día 9, que es precisamente cuando saltan todas las alarmas. La joven no entró y les fue imposible localizarla. Como se encontraban en Madrid, inicialmente movilizaron a sus amigos para buscarla.

Descartan el suicidio

"Nosotros el suicidio lo descartamos", aseveran, "tenía demasiadas cosas buenas para seguir aquí". "Acaba de ser tía de un angelito, el primero de la nueva generación. y estaba muy ilusionada", añaden. Si estuviera en el mar, Que gracias a Dios vino a conocerlo el17 de octubre estuvo una semana en Madrid. Si estuviera en el mar, "podría ser por accidente o que la tirasen. Ella no se habría ido".

Así de taxativa es la familia de Sandra que define a la joven como una persona muy equilibrada. Aseguran que no estaba depresiva y que tenía su vida organizada. El orden era una de sus señas de identidad. Insisten en cómo se encontró su casa y su agenda. También era previsora y formal. El día que desapareció, a última hora de la tarde, tenía clase de teatro. Y no era propio de ella que faltara sin avisar. Ellos están convencidos de que "la desaparición fue involuntaria".

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