
Los Latin Kings intentan recuperar el liderazgo perdido. Lo hacen ejerciendo la violencia y reclutando a nuevos miembros. Así se desprende de la ‘Operación Torcidos’, desarrollada por la Guardia Civil en las provincias de Madrid y Coruña, que se ha saldado con la detención de 16 pandilleros que pertenecen a la sección denominada S.T.A.S.
El ‘Capítulo’ (unidad básica de la estructura de la banda) de la Sagrada Tribu American Spain es la facción más violenta del grupo de pandilleros. A los arrestados se les acusa de pertenencia a organización criminal, lesiones, amenazas, robo y tráfico de drogas, entre otros delitos. En los registros, se hallaron armas blancas de grandes dimensiones -tipo bolomachete-, así como una daga metálica.
Las pesquisas se iniciaron a raíz de una investigación anterior -en junio de 2021- para esclarecer la agresión con machetes a tres personas en la localidad madrileña de Galapagar (Madrid), donde se fundó la banda en el año 2000. Las víctimas resultaron ser miembros de los Trinitarios de Collado Villalba, con los que mantienen una encarnizada lucha de poder por el territorio en el que ejercen su influencia.
Operación anterior
Las agresiones de Galapagar, que dieron lugar a la ‘Operación Confundido’, llevaron a los agentes de la Benemérita a investigar nuevos aspectos relacionados con el funcionamiento de esta banda latina.
La Guardia Civil constató que se estaba produciendo un aumento de la actividad criminal de los grupos de pandilleros, que se financian fundamentalmente a través de robos con violencia, amenazas y tráfico de drogas, tanto en el mencionado municipio como en otros limítrofes.
Por otra parte, gracias a la colaboración de docentes de distintos centros escolares de la Comunidad de Madrid, detectaron que los Latin Kings habían puesto en marcha una campaña de captación de nuevos miembros en institutos de la región.
Órdenes desde la cárcel
El cabecilla de este grupo "mantenía un estrecho y constante contacto orgánico con el líder absoluto de la banda, quien fuera a su vez fundador de la misma en España" y que se encuentra en prisión desde el año 2003. Eric Javier Velastegui cumple condena por el robo con intimidación a una pareja a la que abordó junto a su cómplice en la Casa de Campo, para después violar a la mujer.
Entre los detenidos en la ‘Operación Torcidos’ se encuentra el propio líder histórico de la banda -El Padrino-, por dirigir la organización criminal desde su celda, así como su novia -Luna- y su lugarteniente -Tatam-. Hablamos de "un grupo perfectamente organizado, con una clara finalidad de cometer delitos, y una férrea disciplina interna", explica el Instituto armado. La directriz era muy clara: había que recuperar el territorio y el liderazgo que tuvieron en el pasado.
Captación de menores
De ahí el aumento de los enfrentamientos entre bandas rivales. Para poder luchar en igualdad de condiciones, los Latin Kings no han tenido más remedio que incorporar a nuevos miembros a sus filas. En estos momentos, los Trinitarios y los Dominican Don´t Play (DDP) son más fuertes y numerosos. La mayoría de los chicos captados son menores de edad y empiezan en la base de la pirámide.
Los nuevos adeptos entran con una "posición jerárquica de menor peso" o comienzan incluso "como aspirantes que aún no han adquirido la condición de miembros de pleno derecho". Éstos son inducidos "a abandonar sus círculos sociales y familiares en beneficio de la banda" por sus superiores, que además les encargan "cometer determinadas actividades ilícitas" para financiarse o elevar el estatus de poder de la banda.
Recuperar el poder
Los Latin Kings fueron los primeros pandilleros en instalarse en España, hace 20 años. Eran los ‘reyes’ del barrio allí donde desplegaban su influencia. Un liderazgo que fueron perdiendo a golpe de operación policial y también con la llegada de nuevas bandas latinas al país. Ahora los que mandan son los Dominican Don´t Play (DDP) y los Trinitarios, que son más numerosos e influyentes.
En buena parte se debe al duro golpe que sufrieron en 2012, cuando la banda latina fue declarada ilegal por el Tribunal Supremo, que ordenó su disolución. Aun así, Velastegui -también conocido como ‘King Wolverine’ (Rey Lobezno)- no ha perdido el tiempo -ni su posición-, ya que ha aprovechado sus permisos y comunicaciones para mantener viva la actividad criminal de la organización.
Él hubiera salido de la cárcel en apenas unos años, de no ser porque ha vuelto a ser detenido precisamente por este motivo. A la vista de los acontecimientos, se podría alargar su estancia en prisión. Se le imputan nuevos cargos, entre ellos pertenencia a organización criminal y tráfico de drogas.



