Los empleados de la gasolinera de Villagonzalo de Pedernales (Burgos) donde esta madrugada ha sido abatido un policía nacional investigado por Asuntos Internos tras un tiroteo con agentes de la Policía y la Guardia Civil, guardan silencio sobre lo ocurrido. "La Guardia Civil nos ha prohibido hablar con los medios", señala el encargado de la gasolinera.
Otro de los trabajadores que ha comenzado su turno a las 6 de la mañana ha relatado el escenario que se han encontrado al llegar: "Aquí estaba todo el operativo montado: Policía, Guardia Civil, ambulancias, la funeraria..." Se trata de un área de servicio cercana a la capital burgalesa y muy transitada por los transportistas. Alguno de ellos bromeaba: "A partir de ahora, ¡todos con arma y casco!"
A pesar de todo, el encargado de la gasolinera, que se encontraba abierta en el momento del tiroteo y con dos trabajadores en el interior, ha quitado hierro a lo sucedido: "Aquí no tenemos tiroteos todos los días. Ha pasado aquí como podría haber pasado en cualquier otro sitio". También confirma que los dos empleados que se encontraban en el interior de la gasolinera durante el tiroteo están perfectamente.
Según informa la Delegación del Gobierno de Castilla y León, y confirma el propio encargado de la gasolinera, todo sucedió sobre las 4 de la madrugada, cuando el agente fallecido comenzó a disparar sobre sus propios compañeros, que trataban de detenerlo. Al repeler el ataque, alcanzaron con sus disparos al agente que se había parapetado detrás del vehículo que conducía.
Policía investigado por narcotráfico
El policía fallecido, de 46 años, natural de Ferrol y destinado en la comisaria de Lonzas (La Coruña), se encontraba inmerso en una investigación de Asuntos Internos por un caso de narcotráfico por el que había sido detenido, según han informado a EFE fuentes de la investigación.
El agente, al que se había retirado el arma, estaba de baja psicológica y desde el pasado martes, 18 de abril, había pasado a segunda actividad por insuficiencia de aptitudes psicofísicas, una situación que estaba pendiente de notificar.
De hecho, ayer se personó en la comisaría gallega en la que estaba destinado para realizar un trámite administrativo en relación con su situación laboral. Posteriormente se dirigió a los vestuarios donde tiene su taquilla, momento que aprovechó para sustraer el arma de otro policía forzando el armario donde estaba guardada.
Al percatarse este agente de la sustracción de su pistola se puso en marcha un amplio dispositivo para su localización, ya que se tenía la certeza de que el ahora fallecido era el responsable del robo y que había huido por carretera en un vehículo.
Tanto la Guardia Civil y la Policía Nacional trataron de interceptarlo antes de su llegada a la ciudad burgalesa pero hizo caso omiso y disparó sobre ellos. Continuó su huida hasta una estación de servicio cercana, en la localidad de Villagonzalo Pedernales, donde se produjo un segundo tiroteo que concluyó con su muerte.
Aunque se produjeron varios impactos de bala en los vehículos oficiales, ninguno de los agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado de servicio resultó herido, según la Delegación del Gobierno.