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Nuevas desventuras de la expareja de la policía infiltrada en los movimientos separatistas de Gerona

El independentista Òscar Ramos se plantea denunciar a su expareja y se queja de que la madre de ella participó en el "montaje".

El independentista Òscar Ramos se plantea denunciar a su expareja y se queja de que la madre de ella participó en el "montaje".
Enfrentamientos con la Policía en Cataluña en una imagen de archivo. | Europa Press

Òscar Ramos es según el independentismo catalán la última "víctima" del Estado español, un hombre de 37 años que fue engañado durante tres años por su expareja, una agente de la Policía Nacional que no habría dudado en establecer una intensa relación sentimental para obtener información y datos del movimiento independentista. Esa es la versión del afectado, un tipo muy conocido en las entidades sociales y separatistas de Gerona tanto por su arrojo como por su labia. De hecho, Òscar está pendiente de juicio por haber cortado las vías del AVE para conmemorar el primer aniversario del referéndum ilegal.

Ahora se pasea por los medios catalanes y muestra todo su despecho y dolor ante lo que no duda en calificar de "tortura emocional" y de "operación maquiavélica". Según alega, no tenía ni idea de que su pareja fuera una agente de la Policía Nacional supuestamente infiltrada en los movimientos indepes de Gerona. Òscar no duda en mostrar su cara, en dar su nombre y apellidos y más datos personales. Pero es que tampoco duda en señalar a su expareja, dar su supuesto nombre falso y su supuesto nombre verdadero, así como otros detalles.

El último de esos detalles es que la madre de la agente también estaría implicada en el "montaje" policial, según define esta historia el medio digital "Directa". La acusación se sustenta en el hecho de que Òscar Ramos se alojó en casa de la madre en Mallorca, mantuvo una cordial relación con la señora, que en ningún momento le avisó de que su hija era una agente de la Policía Nacional en misión especial.

Recuerdos gastronómicos

Para el medio que ha destapado esta supuesta infiltración y otras tres, "por primera vez, la madre de una agente de policía infiltrada habría participado activamente en el montaje, dando cobertura a la misión que le habían asignado a su hija". A Òscar Ramos se le amontonan los recuerdos de aquel verano de 2021 en el que pasó unos días con su entonces pareja y la madre de ella. Aquella "espinagada" (empanada típica de Mallorca) hecha por la madre y con la que fue agasajado el primer día. Y también las sobrasadas artesanales que le llegaban a la vuelta de los viajes de su novia/policía de parte de la suegra o el aparente cariño que le manifestaba.

Òscar no sale de su asombro. En la radio del conde de Godó ha declarado que ella es la "maldad personificada" y que su vida ya nunca será igual. Su prioridad, dice, es ponerse "en manos de los mejores profesionales", aunque no aclara si de la psicología o abogados. Su intención es dar a conocer los supuestos métodos policiales, que el mundo conozca la "barbarie" de la policía española, el grado de "deshumanización" al que son capaces de llegar, comenta.

El independentismo se aferra a este episodio para demostrar la presunta represión del separatismo por parte del Estado. La "víctima" exige explicaciones al PSOE y al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska mientras recaba el apoyo de los líderes independentistas y de los medios afectos a la causa

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