Besos, abrazos y declaración de "lamento profundo" por "la trata transatlántica de esclavos". Así ha terminado el espectáculo ofrecido por la UE que preside —por turno— Pedro Sánchez tras la cumbre con los países englobados en CELAC (la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños). Sánchez se deshizo en besos a la número dos de Nicolás Maduro y vicepresidenta de la narcodictadura venezolana, Delcy Rodríguez, y le regaló junto con el resto de la UE una declaración que asume todas las acusaciones de los indigenistas a Occidente.
"Reconocemos y lamentamos profundamente el sufrimiento incalculable infligido a millones de hombres, mujeres y niños como resultado de la trata transatlántica de esclavos", señala el texto de cierre de la cumbre de la UE con CELAC. "Subrayamos nuestro pleno apoyo a los principios y elementos relacionados contenidos en la Declaración y el Programa de Acción de Durban, incluido el reconocimiento de que la esclavitud y la trata de esclavos, incluida la trata transatlántica de esclavos, fueron tragedias espantosas en la historia de la humanidad no sólo por su barbarie aborrecible sino también en cuanto a su magnitud, naturaleza organizada y especialmente su negación de la esencia de las víctimas, y que la esclavitud y la trata de esclavos son un crimen de lesa humanidad", añade el texto.
Justicia Reparadora
Y todo ello después de que CELAC se refiriera al plan de diez puntos de CARICOM para abordar una Justicia Reparadora. Es decir, un supuesto pago histórico por lo que la UE ya ha admitido en esta declaración.
Todo ello ocurría mientras los recibidos en la cumbre, como Delcy Rodríguez, mantienen —en teoría— sanciones por violar los derechos fundamentales en estos momentos y día a día. Y mientras la DEA de EEUU mantiene una investigación al Clan de los Soles y a Venezuela por haber convertido el país en una narcodictadura protegida e impulsada desde el poder.
En CELAC se encuentran 33 países, 18 de ellos hispanohablantes. Cuba, Colombia, Nicaragua o Argentina figuran entre los regímenes comunistas representados en CELAC. Y a todos ellos les regaló la UE presidida por turno por Pedro Sánchez ese comunicado.
Hay que recordar que la cita comenzó con la inclusión en la lista de invitados de Delcy Rodríguez, número 2 del régimen venezolano. Porque, bajo la Presidencia Europea de Pedro Sánchez, se ha celebrado en Bruselas la cumbre UE-CELAC. Delcy Rodríguez tiene su entrada prohibida en el espacio Schengen y forma parte de la lista negra que ha elaborado la DEA de EEUU en su lucha contra el narcotráfico venezolano. Y en la recepción oficial, Sánchez se distinguió del resto de mandatarios europeos al recibir a la dirigente del régimen con un par de besos y abrazos.
La relación de Delcy Rodríguez con los líderes socialistas españoles es bien conocida; ella llamaba cariñosamente a Zapatero "mi príncipe". A Delcy se la relaciona directamente con la represión, torturas y violaciones de los derechos humanos cometidos en Venezuela. Y hay que recordar que Delcy Rodríguez fue protagonista de una de las múltiples polémicas del Gobierno de Pedro Sánchez debido a su paso por Barajas —con entrada en territorio español, a pesar de la ilegalidad de este acto y su prohibición expresa por la UE— y su encuentro con el entonces ministro José Luis Ábalos. De hecho, aún está por conocerse el contenido de las maletas que la vicepresidenta de Maduro introdujo en España a raíz de ese viaje sin ningún tipo de control.