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El 'estrangulador de Castellón', condenado por asesinar a cinco mujeres, ya es libre

"Me voy al extranjero para no molestar a nadie y por respeto a las víctimas. Claro que me arrepiento", declaró al salir del penal.

El escaparate: Joaquín Ferrandiz, el asesino en serie de cinco mujeres, saldrá en pocos días a la calle

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

"Me voy al extranjero para no molestar a nadie y por respeto a las víctimas. Claro que me arrepiento", declaró al salir del penal.
Joaquín Ferrándiz durante el juicio en la Audiencia Provincial de Castellón, en 1999. | EFE

El asesino en serie Joaquín Ferrándiz Ventura, conocido como el Estrangulador de Castellón, ya está en libertad. El asesino de cinco mujeres ha abandonado este sábado la prisión de Herrera de la Mancha tras cumplir la pena máxima que marca la ley a pesar de que la Audiencia de Castellón lo condenara en 1999 a 69 años de cárcel tras cobrarse la vida de cinco mujeres. Tal y como ha recogido El Correo, al salir del penal, ha declarado: "Me voy al extranjero para no molestar a nadie y por respeto a las víctimas. Claro que me arrepiento y les pido perdón".

Tal y como informó LD, Ferrándiz es valenciano, si bien se le conoce como el asesino en serie de Castellón -entre otros sobrenombres- porque fue el lugar al que se fue a vivir con su familia cuando tenía 14 años y en el que desarrolló su carrera criminal. Llevaba una doble vida: de lunes a viernes, trabajaba en una empresa de seguros; los fines de semana, sacaba al monstruo que escondía en su interior.

Siempre utilizaba el mismo modus operandi: recogía a las víctimas con su coche, las llevaba a lugar apartado, las ataba con su propia ropa y las estrangulaba. Así acabó con la vida de Sonia Rubio, Natalia Archelós, Mercedes Vélez, Francisca Salas y Amelia Sandra García. Y así intentó matar a otras dos, aunque no lo consiguió y eso llevó a su detención. Actuó llevado por el "odio", según aseguró él mismo.

Asesinó a cinco mujeres

Como ya informó Yésica Sánchez, Sonia Rubio, una estudiante de filología inglesa, fue su primera víctima mortal. La joven, de 25 años, tuvo la desgracia de encontrarse con Ferrándiz cuando salía de una discoteca de Benicasim. Él la invitó a subirse a su coche. Ella accedió y acabó muerta por asfixia.

Las tres siguientes víctimas eran un blanco fácil: prostitutas. Acabó con ellas entre agosto y septiembre de 1995. Fue fácil conseguir que subieran a su vehículo, tras contactar con ellas en una zona frecuentaba por trabajadoras del sexo en Castellón.

Mercedes Vélez (una antigua novia de su hermano mayor) tenía 25 años. Francisca Salas y Natalia Archelós, sólo 23. La última de sus víctimas -Amalia Sandra-, un año menos. A ésta la asesinó -como a la primera- tras salir de un local nocturno, en septiembre de 1996.

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