La imagen del pueblo sigue desfigurada. Calles que permanecen intransitables, ocupadas por los escombros y los muebles embarrados. La riada también invadió el municipio toledano de Mocejón atrapando a los clientes de un bar que tuvieron que ser rescatados por los bomberos. Sus dueños lograron escapar subiendo al falso techo del local. Tras el agua es el barro lo que inunda el supermercado Todas las provisiones que habían comprado para abastecer al pueblo durante las fiestas se han convertido en pérdidas. Los propietarios de un gimnasio aún no asumen el desastre después de que la maquinaria haya quedado sumergida bajo dos metros de agua. Hoy en el pueblo continúan quitándose de encima las huellas de la tormenta.

