El ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, ha vuelto a hacer gala de la alergia que tienen en el Ejecutivo de Sánchez a la libertad de prensa y a la denuncia de sus desmanes y mentiras. Su intención no es otra que la de "alfabetizar" a los españoles para decirles qué noticias son verdad y cuáles no.
Así, ha apelado a la "buena alfabetización" de los ciudadanos para combatir la "desinformación y la mentira". Lo ha hecho durante la 'I Jornada contra la Desinformación' que se ha celebrado este martes en Casa América, organizada por el Club Abierto de Editores (CLABE) en Madrid, en la que han participado también los titulares de las carteras de Interior y Defensa.
"España es un lugar donde más de 48 millones de personas piensan diferente", ha esgrimido, "y debe haber unos mínimos consensos" para garantizar la convivencia. ¿Y quién quiere decidir cuáles son esos consensos? El Gobierno de Sánchez. Bolaños se queja de la "polarización" de las sociedades que -ha insinuado- generan los medios de comunicación. Ha llegado a hablar de la "amenaza global" de la desinformación. Los ciudadanos han de "diferenciar" la buena información de la que solo busca el "click" y otros fines, mediante falsedades, decía.
Que esto lo diga un político no deja de ser grave, y más cuando se trata del ministro en funciones de un Gobierno que aspira a llegar de nuevo al poder sin ganar las elecciones pactando con terroristas y golpistas.
Pero Bolaños, seguía: "De eso va la desinformación, de manipular conciencias y personas", ha dicho el ministro. Eso sí, no ha aclarado si a lo que se refiere es que decir que Pedro Sánchez no ha hecho otra cosa que mentir a los ciudadanos, es manipulación porque lo que ha hecho el presidente del Gobierno es, simplemente, cambiar de opinión.
Y de esos ha acusado también a sus oponentes políticos. "Cuando ves que tu adversario político necesita la mentira para utilizarla como argumento es porque la realidad no le da la razón", ha señalado. "Toda desinformación, toda mentira, tiene un objeto y tiene un objetivo" porque nada es "casual". Es decir, que para Bolaños, todo lo que dice el PP es mentira, mientras que el único dueño de la verdad es el Sanchismo.
Con estos peligrosos argumentos, Félix Bolaños ha hecho un llamamiento dirigido a los medios de comunicación, las instituciones y los gobiernos, que son los que deben "parar la industria de la mentira" y hacer "que no sea rentable, que no sea beneficioso, para el que propague los bulos". En línea con ese objetivo ha asegurado que el Gobierno creó una herramienta nacional para detectarlos y proteger intereses nacionales.
El Ejecutivo sanchista ha mostrado una total animadversión a la crítica, tanto política como mediática, y ha atacado sin cuartel el régimen de libertad de expresión que debe reinar entre los medios en España.
Ya durante la crisis del coronavirus, el Gobierno mostró cuál era su prioridad respecto a lo que publicaban los medios de comunicación cuando puso a la Guardia Civil a vigilar "las críticas al Gobierno".
"Defender la verdad ha de ser compromiso de los medios de comunicación", Decía Bolaños. A su juicio, "la desinformación consigue polarizar a las sociedades por completo" y son una "amenaza directa a la estabilidad de las instituciones".