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"¡Barcelona no se rinde!": El constitucionalismo catalán vuelve a la calle en contra de la amnistía

Miles de personas abarrotan la plaza de San Jaime en Barcelona y colapsan sus accesos en protesta por el pacto de Sánchez con los independentistas.

Miles de personas abarrotan la plaza de San Jaime en Barcelona y colapsan sus accesos en protesta por el pacto de Sánchez con los independentistas.
La concentración en la plaza Sant Jaume ante Gobierno y Ayuntamiento | Europa Press

Poco más de un mes después de la gran manifestación en contra de la amnistía del 8-O en Barcelona, el constitucionalismo catalán se ha vuelto a echar a la calle. La diferencia con aquella ocasión, que el pacto entre el PSOE y Junts con la amnistía, el "lawfare", la autodeterminación y el relato separatista es un hecho consumado. También ha cambiado el escenario.

En esta ocasión unas veinte mil personas con banderas españolas y algunas de la Unión Europea y carteles con la leyenda "Stop Sánchez" abarrotaban la plaza de San Jaime (donde están emplazados el palacio de la Generalidad y el Ayuntamiento) y colapsaban sus accesos.


Los manifestantes se han concentrado en la céntrica plaza para mostrar su rechazo a las concesiones a los independentistas bajo el lema "No en nombre de España. No a la amnistía" y han coreado los eslóganes ya tradicionales. El principal: "Puigdemont, a prisión". También el: "yo soy español", "Barcelona no se rinde", "la amnistía es una porquería", "nuestro presidente es un delincuente", "socialista el que no vote" y "partido socialista, ni obrero ni español".

Todas las entidades constitucionalistas de Cataluña se han sumado a la convocatoria, que en el caso de Barcelona no era del PP, sino de la organización "Cataluña Suma por España". De hecho, el anuncio de la concentración se convocó un día después de la fotografía del secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, con el prófugo Carles Puigdemont en una habitación presidida por una foto de una de las urnas de plástico del referéndum ilegal del 1-O.

Movilización como en 2017

Dada la anticipación, el PP decidió sumarse a la convocatoria, al igual que Vox y Ciudadanos. La concentración ha transcurrido sin incidentes. Gente a cara descubierta, sin atisbo alguno de elementos ultras o de símbolos preconstitucionales. Máximo civismo por parte de un constitucionalismo que ha vuelto a movilizarse como en los aciagos días de septiembre y octubre de 2017.

El protagonismo en Barcelona ha sido de la sociedad civil. Han hablado el periodista Miquel Giménez y la presidenta de "Catalunña Suma", Eva Higueras", que han alertado contra la deriva del PSOE y las intenciones golpistas de Pedro Sánchez y han denunciado las cesiones a los independentistas y del intento de quebrar la unidad nacional y la igualdad entre españoles.

A la Delegación del Gobierno

Tras la concentración en la plaza de San Jaime miles de personas se dirigen a la Delegación del Gobierno para trasladar allí la protesta. El recorrido pasa por la Jefatura Superior de Policía de la Vía Layetana, donde los manifestantes lanzan consignas a favor de la Policía Nacional y muestran su apoyo a los agentes que custodian la entrada al edificio. Unas vallas y un retén de los Mossos impiden que los ciudadanos se acerquen a los agentes. Delante de la Delegación del Gobierno, idéntico dispositivo, con vallas para alejar unos metros a los manifestantes.

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