La lluvia asoma en Bilbao, y junto al viento hacen acto de presencia en una jornada gris, parecida a la de Coruña. Cielos encapotados incapaces de frenar a los visitantes. Y en Vigo, conviven despistados con previsores. La otra cara está en el Mediterráneo, donde los 20 grados generan la ilusión de vivir en otra época del año. Y en Málaga celebran el tiempo. Un día de contrastes donde unos y otros se enfrentan al agua de forma dispar.

