
La Policía Nacional halló el pasado mes de junio el cadáver de Sibora Gagani. Una joven italo-albanesa de 22 años que desapareció el 14 de julio de 2014 en Torremolinos. Su cuerpo estaba oculto entre dos paredes de la vivienda que compartió con Marco Gaio Romeo, su pareja y presunto asesino. El hombre -italiano, de 45 años- ya había protagonizado otros incidentes violentos en el pasado con mujeres con las que había mantenido relaciones sentimentales (tanto en su país como en España) y fue detenido por asesinar a puñaladas a su última novia y madre de su hijo el 17 de mayo de 2023.
A raíz de su arresto por el crimen de Paula Martín -de 28 años- en la misma localidad malagueña es precisamente cuando éste realiza una confesión espontánea, al ver la foto de Sibora en comisaría, y se precipitan los acontecimientos. Marco dijo a los agentes -aunque luego no lo ratificó ante el juez- que la había matado y que su cuerpo estaba en la casa de El Calvario. Así que los investigadores se emplearon a fondo hasta dar con el cadáver de la mujer, que estaba en el interior de un cajón lleno de cal que había tras una pared de la vivienda. Sobre él, un cuchillo con sangre seca y un ramo de flores.
El italiano, que está en prisión acusado de asesinar a las dos mujeres, ha comparecido este martes ante la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Torremolinos -que lleva ambos casos- a petición de su abogada. El objetivo era "contarle toda la verdad de los hechos" a la magistrada, decisión que habría tomado tras experimentar "un acercamiento muy fuerte con Dios" en la cárcel. Así lo indica en una carta manuscrita de 17 folios que remitió al juzgado -con fecha 1 de enero de 2024- en la que además asegura estar "arrepentido de haber dado falsas declaraciones, delante de usted y el fiscal, en el mes de junio".
En la misiva, relata con todo lujo de detalles la relación "conflictiva" que mantenía con Paula -agravada por los efectos de las grandes cantidades de cocaína y alcohol que consumían los dos- y admite que él la mató, aunque "en legítima defensa". Eso sí, no explica por qué -si así fue- la víctima estaba cosida a puñaladas (más de una docena) por la espalda.
Marco asegura que la que fuera su pareja le atacó con un cuchillo porque le había dado 50 euros (que no le devolvió) y esos días estaba alterada porque se enteró de que le había sido infiel. Según su relato de los hechos, habrían iniciado un forcejeo que acabó con su muerte. Pero él no quería hacerle daño. De lo único que se culpa es de haberse defendido "con demasiada contundencia". Y dice estar dispuesto a pagar por ello, pero no por el crimen de Sibora. "No soy el responsable de su muerte", asevera.
¿Quién mató a Sibora?
Como hemos visto en otros tantos casos de asesinato, el acusado sólo reconoce haber ocultado el cadáver. No obstante, en su escrito no hace mención a cómo murió o quién la mató. Lo mejor de la historia lo dejó para la comparecencia ante la juez, a la que sorprendió introduciendo un inesperado elemento en su relato: la implicación de la mafia albanesa. "Lo que hace es dar una versión autoexculpatoria", advierte el abogado de SOS Desaparecidos Juan Manuel Medina -personado en la causa en defensa de la familia de la joven- a Libertad Digital.
Según ha declarado Marco, sería "gente muy peligrosa" que la habría matado a cuenta de una supuesta "deuda de 25.000 euros que les habían prestado para montar un negocio". En concreto, "una casa de citas". Un dinero que -para rizar más el rizo- les robaron unos colombianos "después de una noche de fiesta", por lo que no pudieron poner en marcha el establecimiento y tampoco saldar su deuda. "Según él, eso hace que esta gente llegue a personarse un día en casa de Marco.
Entran cuatro personas, una la encañona a él y los otros tres ponen a Sibora contra la pared, los amenazan, etcétera... Y en ese impás uno de ellos la apuñala", recuerda Medina. "Es completamente absurdo, completamente inverosímil", asevera. No ofrece "datos ningunos" de esos miembros de la mafia albanesa a los que hace referencia, y tampoco de los supuestos policías relacionados con la organización criminal que menciona en alguna ocasión.
¿Por qué emparedó el cuerpo?
La segunda parte de la historia tampoco encaja. "Él lo que cuenta es que, una vez que matan a Sibora, estos albaneses se llevan 9000 euros que él tenía guardados de sus trapicheos de drogas y que le dicen que con ese dinero su deuda estaría saldada, pero a cambio de su silencio y de que hiciese desaparecer el cadáver", señala. "Incluso manifiesta que el cuerpo permanece dos días ahí -tirado en su casa- sin saber qué hacer con él, hasta que ya decide emparedarla", añade.
Marco argumenta -por otra parte- que no ha contado nada hasta ahora "porque se sentía amenazado". "No se sustenta", sentencia Juan Manuel Medina. "Mi impresión es que es un psicópata de manual. No tiene ningún tipo de empatía, ni de arrepentimiento. Creo que quiere salvarse al precio que sea, aun mancillando la memoria de la víctima", reflexiona el abogado de la familia de Sibora.
Por último, da que pensar el hecho de que Marco -que ha vivido en al menos cuatro ciudades distintas a lo largo de su vida- esté relacionado con dos asesinatos (cometidos en 2014 y 2023) y un intento de agresión a otra pareja (en 2019) sólo en la ciudad de Torremolinos. Medina advierte que "podría haber más víctimas que aún no han sido identificadas".


