Los buques de la Armada española siguen controlando de cerca el paso de las embarcaciones rusas por agua españolas o en sus cercanías. El último ejemplo de ello ha tenido lugar durante los últimos, cuando el patrullero P-72 Centinela ha estado siguiendo un convoy de varios buques mercantes rusos que iban escoltados por una embarcación militar rusa por las aguas cercanas al Estrecho de Gibraltar.
Fuentes del Estado Mayor de la Defensa han informado de que ese seguimiento se ha estado desarrollando entre el domingo 10 de marzo y el sábado 16 de marzo, y que forma parte de la misión de control y seguridad que realizan las embarcaciones de la Armada realizan de las aguas territoriales españoles y sus áreas de responsabilidad anexa. En este caso, ha tenido lugar en aguas del Estrecho y el Mar de Alborán.
Las mismas fuentes han explicado que el convoy ruso estaba compuesto por tres buques de grandes dimensiones, denominados Ursa Major, Yaz y Esparta IV, además de por la fragata Admiral Grigorovich, una embarcación que entró en servicio en el año 2016, que da nombre a una nueva clase de fragatas modernas de la Armada rusa y que, desde su incorporación presta servicio en la flota rusa del Mar Negro.
Tras varios días de tránsito, y en las inmediaciones del Estrecho de Gibraltar, la fragata rusa puso fin a la escolta que estaba haciendo a los mercantes e invirtió el rumbo en dirección al Mediterráneo oriental. El P-72 Centinela hizo una maniobra similar y continuó con el seguimiento de la Admiral Grigorovich hasta garantizar su salida de aguas de jurisdicción españolas al norte de Argelia.
En ese punto, el patrullero de la Armada puso de nuevo rumbo en dirección al Mar de Alborán para continuar con su misión de vigilancia y seguridad marítima.