La Guardia Civil ha detenido pasadas las diez de la noche a un hombre de 46 años exaltado que tras matar y decapitar con un hacha a su padre ha atacado a varios conductores que circulaban por la carrera N-630 a su paso por la localidad asturiana de Soto de Ribera -a unos 10 kilómetros de Oviedo- con el arma y la cabeza en la mano, sembrando el pánico entre los automovilistas.
Ensangrentado y con el torso desnudo, el varón se abalanzaba sobre los vehículos y se subía a la carrocería, alertaron algunos de los presentes en sus llamadas para dar aviso a las autoridades. Otros testigos hicieron mención a que el agresor portaba la cabeza de una persona mayor y que incluso la habría arrojado a varios coches, hasta abandonarla en una de las rotondas de la carretera.
Las redes sociales también se inundaron de mensajes de conductores que advertían de la presencia de "un chiflado" con sangre en los brazos, en la cara y en el torso que se tiraba sobre los turismos que pasaran por la zona. El Instituto Armado envió varias patrullas, que rápidamente localizaron y redujeron al atacante para proceder a su arresto. Después, dado su estado mental, lo trasladaron al área de Psiquiatría del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
Quién es la víctima
Según informa el diario La Nueva España, la víctima es un septuagenario que habría sido celador de hospital durante muchos años y que vivía con el mayor de sus tres hijos -su asesino- en una casa de la aldea asturiana de El Picón, en el concejo de Ribera de Arriba. Es decir, muy cerca del lugar donde se ha registrado el ataque a los vehículos y ha sido arrestado el parricida.
Hasta el momento, no ha trascendido el móvil del crimen o dónde lo habría perpetrado. Algunos medios locales señalan que habría sido fuera del domicilio familiar. No obstante, el citado periódico informa de que el presunto asesino abandonó el cuerpo de su padre en la vivienda en la que residían.
El alcalde de Ribera de Arriba, Tomás Manuel Fernández Muñiz, se ha mostrado sorprendido y consternado por el suceso. La víctima -ha dicho- era una persona "muy conocida y muy querida en el lugar". De hecho, era amigo personal del primer edil y hace sólo unos días que había estado en su casa.
En cuanto al presunto homicida, Fernández Muñiz ha señalado que él "le tenía la pista perdida" desde que sus padres se separaron. La relación con su progenitor no era muy estrecha. "Iba a su bola", ha añadido. El alcalde no ha precisado si tenía antecedentes psiquiátricos pero ha deslizado que "algún problema tenía".

