La rueda de los contactos funcionó en los negocios de Begoña Gómez. Pedro Sánchez entregó el uso de una sede de lujo en Madrid por 75 años de forma gratuita a la Organización Mundial del Turismo (OMT); la OMT apadrinó actos, viajes y acuerdos con el Africa Center que dirigía Begoña Gómez; los actos fueron a más y atrajeron a más empresas como Amazon o Mastercard; y todo iba como una rueda.
El 3 de julio de 2020 el Grupo Globalia comunicó su entusiasmo por un proyecto conjunto con la OMT –la misma organización que había obtenido por aquellas fechas el compromiso de Pedro Sánchez de tener el uso gratuito de una sede de lujo en Madrid por 75 años– y el Africa Center que dirigía Begoña Gómez. Se trataba de un plan de lanzamiento de empresas, nada especialmente llamativo, salvo por la magnitud de los apoyos empresariales concertados y de los proyectos analizados.
Los impulsores iniciales del proyecto fueron "la Organización Mundial del Turismo (OMT) y Globalia, a través del hub mundial de turismo Wakalua". Wakalua era la entidad creada por Globalia que entró en un patrocinio del Africa Center de Begoña Gómez y que usaba las sedes de Carlos Barrabés –el impulsor del máster de Begoña Gómez y beneficiario de las dos cartas de recomendación de la mujer del presidente para lograr concursos públicos–.
El proyecto era una lanzadera de empresas necesitadas de financiación. "Un nuevo programa internacional", y allí llegó lo más sobresaliente del proyecto, "que contará con la incorporación de Amazon Web Services, ClarkeModet, Google, IE University y Mastercard", al que "se suman así a Telefónica y Amadeus y a otros nuevos socios que aún deben anunciarse", según la nota oficial emitida en su momento por Globalia, el grupo que comandaba Javier Hidalgo y que recibiría un rescate multimillonario de parte del Gobierno de Pedro Sánchez.
"El propósito es potenciar el papel integrador del turismo para todos los sectores económicos en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) derivados de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, para contribuir a la recuperación económica global a través de la innovación y la sostenibilidad", señala el texto del acuerdo. Unos meses más tarde Begoña Gómez, que firmaba sus mails como "Bego.fundraiser: Bego", conseguidora de fondos, lanzaría su cátedra en la Complutense justo centrada en esa misma materia: la "transformación social competitiva" y su encaje en los ODS de la Agenda 2030.
El programa de la lanzadera de empresas preveía la creación de un "caladero de proyectos" a escala global que facilitase "a las corporaciones de diversos sectores la realización de diferentes proyectos piloto. En el marco del fortalecimiento del ecosistema de innovación de turismo a nivel mundial, la OMT presentará las mejores iniciativas a sus Estados Miembros y más de 1.000 corporaciones interesadas en proyectos piloto, y así catalizar la recuperación el sector y su impacto económico general".
No era un proyecto sin ambiciones. "La competición internacional está dirigida a emprendedores de todo el mundo, para identificar las soluciones más innovadoras que permitan acelerar el cumplimiento de los ODS a través del turismo. Entre otras formas de innovación se buscarán iniciativas escalables, de impacto social y con aplicaciones tecnológicas de última generación".
Y el programa remarcaba la llegada de financiación: "Este programa internacional también estará impulsado por grandes corporaciones referentes en sostenibilidad e innovación, con amplias sinergias con la industria del turismo y capacidad para realizar pruebas de concepto con las mejores soluciones detectadas".