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El entorno más cercano de Sánchez cuestiona la idoneidad de contratar a Antonio Camacho como abogado de Begoña Gómez

Critican que no declare la mujer del presidente por ser una decisión más política pero que dificulta su propia defensa.

Critican que no declare la mujer del presidente por ser una decisión más política pero que dificulta su propia defensa.
Begoña Gómez, en el juzgado. | Imagen TV

Surge el miedo. Y empiezan las críticas internas. Esa parece ser la sensación que se extiende estos días en el círculo más cercano del presidente del Gobierno. Y es que, aunque la orden de ataque al juez Peinado –como ya ocurriera en el pasado del PSOE con el primer instructor del condenado caso Filesa (Marino Barbero)– sea tajante y plenamente generalizada, no faltan ya voces que cuestionan la estrategia defensiva de Antonio Camacho. Su enfrentamiento con el juez puede tener eficacia en la capa política, pero supone todo un desafío al Juzgado que dificulta la propia defensa –en caso de tenerla– de la mujer del presidente del Gobierno.

Camacho ha deslizado acusaciones que apuntan a una supuesta indefensión de Begoña Gómez, lo que, de una forma u otra, implica una crítica al juez. Camacho ha defendido la huida en la primera citación de la mujer del presidente. Camacho ha defendido el silencio en la segunda citación. Camacho ha reclamado el bloqueo a la citación como testigo de Pedro Sánchez como defensa de Begoña Gómez. Camacho no ha dado ni una sola explicación sobre la negativa de la mujer del presidente a aportar documentación ante la petición de datos de la Universidad Complutense de cara al informe que ha demostrado la existencia de indicios penales de apropiación indebida del software que ella registró a su nombre en una sociedad mercantil cien por ciento de su propiedad.

Y, mientras, ante semejante choque con el juez y la Justicia en sí misma, la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, además, se ha llegado a mostrar abiertamente desafiante en su declaración ante el titular del Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado.

Todo ello, después de que, en el fondo, Camacho haya respaldado ya aplicar la negativa a aportar información a la causa hasta en cuatro ocasiones –dos citaciones de Begoña Gómez, el informe de la Complutense y la citación de Sánchez como testigo–.

La mujer de Pedro Sánchez ha sido citada ya dos veces ante el juez Peinado, en calidad de investigada, por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción entre particulares. Y Begoña Gómez ha salido sin dar una sola gota de información de ambas citaciones tras exigir librarse del paseíllo mediático "motivos de seguridad". Y esos hechos no permiten construir la fábula de la supuesta indefensión de la mujer del presidente que esgrime el gobierno.

Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital han confirmado que "Begoña Gómez volvió a presentarse tarde en su declaración como imputada [en su última citación]. El juez Peinado y el resto de partes tuvieron que esperarla durante un rato como ocurrió en su primera citación del pasado 5 de julio. Tras aparecer en la sala escoltada por varios miembros del servicio de seguridad de Moncloa, el juez Peinado comenzó oficialmente la vista".

"En ese momento, la defensa de Begoña Gómez que ejerce el exministro socialista Antonio Camacho tomó la palabra para decir al instructor que la esposa del presidente del Gobierno no iba a declarar. Se produjo entonces un pequeño rifirrafe entre Camacho y el juez Peinado, ya que éste recordó que la propia investigada es la que tiene que comunicar personalmente si va a declarar o no", añaden las mismas fuentes, tal y como ha publicado LD.

Esas fuentes sostienen también que "tras el intercambio dialéctico, tenso, entre Antonio Camacho y el juez Peinado, Begoña Gómez fue preguntada directamente por el magistrado y su respuesta desafiante y con cierto desdén fue: ‘No voy a decir nada’. De esta peculiar forma, la mujer de Pedro Sánchez anunció que se acogía a su derecho constitucional a no declarar, apenas unos minutos después de entrar en la sala de vistas y se daba por finalizada la comparecencia".

"Está claro que la estrategia de Antonio Camacho era ante todo intentar evitar que la grabación de la declaración pudiera inmortalizar cualquier palabra de Begoña Gómez tras decidir que no iba a declarar. No obstante, la jugada le salió mal porque finalmente la propia Gómez tuvo que hablar en primera persona para anunciar que no iba a declarar", concluyen.

Y, sea como sea y por exigencia de quien lo sea, lo cierto es que todo esto queda reflejado en el sumario y la Justicia lo conoce de primera mano. Y no ayuda al gobierno a imponer su farsa de una supuesta indefensión de la mujer del presidente.

Menos aún cuando la Fiscalía ha realizado el siguiente listado de demostraciones de parcialidad: No ha hecho una sola pregunta contra los intereses de Begoña Gómez en todas las citaciones; ha pedido archivar el caso de Begoña Gómez; ha pedido que no declare Pedro Sánchez; ha pedido tomar medidas contra la "causa general" del juez Peinado; ha pedido una aclaración extra de la acusación contra la mujer del presidente; ha pedido que no se investigue el rescate de Air Europa; ha pedido frenar la investigación de los contratos de Barrabés; y ha recurrido la imputación de Barrabés.

Y fuentes cercanas a Sánchez consideran que la obscenidad de esa parcialidad exigiría una estrategia diferente y más disimulada de Camacho.

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