
La cátedra de Transformación Social Competitiva creada de forma exprés para la mujer del presidente y tras citar Begoña Gómez al rector en la Complutense quedó plasmada en un acta, según ha reconocido ya el rector Goyache. Pero ese acta no plasmó un dato más que relevante: que la mujer de Pedro Sánchez iba a dirigir la única de las 35 cátedras de la Universidad Complutense careciendo de la más mínima titulación universitaria.
Begoña Gómez negoció en Moncloa con el rector su cátedra tras citarle expresamente en la sede de la presidencia del Gobierno. Fue planteada inicialmente como codirectora por su falta de formación académica aunque de inmediato fue elevada al cargo de directora. Y, desde entonces, dirige, sin licenciatura, lo que se ha convertido en toda una excepción en la Universidad Complutense de Madrid. Y es que todo el resto de cátedras extraordinarias –35 en total– tienen al frente a personas con titulación universitaria oficial.
De entre esas 35 cátedras extraordinarias actualmente incluidas en el abanico formativo de la Universidad Complutense sólo una, la de la mujer del presidente del Gobierno, carece de director con la formación lógica para una cátedra universitaria. De hecho, la mayoría de cátedras están lideradas por catedráticos oficiales.
Y ha sido el propio rector Goyache el que, en sede judicial, ha certificado varios hechos: que es la única cátedra de estas características, que se hizo tras ser citado en Moncloa, que se le proporcionó el móvil de Begoña Gómez y, como nueva aportación, que el acta de las negociaciones no recogió el hecho más llamativo de todos: la falta de la más mínima titulación universitaria oficial por parte de la mujer de Pedro Sánchez.
Y eso supone que la categoría general de cátedra extraordinaria –por su financiación privada o ajena a la Complutense– concedida a la cátedra de Begoña Gómez se le quedó muy corta. Porque realmente se ha convertido en la única cátedra extraordinarísima. Y todo ello, tras negociarse en La Moncloa.
Las fechas de tramitación de esta cátedra, además, empiezan a ser, más que delatoras, escandalosas. La Complutense tomó la decisión de crear la cátedra de Begoña Gómez en septiembre de 2020. Pero el necesario convenio con los patrocinadores se firmó en octubre –un mes después–. De hecho, la publicación oficial e interna de la universidad –la Tribuna Complutense– dejó constancia de la llamativa decisión de crearla en septiembre pese a carecer del necesario convenio.
Pues bien, la llamada del rector Goyache exigiendo la cátedra para la "mujer del presidente", pese a carecer de titulación universitaria, se realizó, según ha testificado en sede judicial el ex vicerrector Doadrio, el mismo mes de septiembre.
Traducido: los interminables trámites de las universidades se convirtieron en toda una gestión ‘prime’ después de que la secretaria de Presidencia citara a Goyache en Moncloa para verse con Begoña Gómez. Y después de que el rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Joaquín Goyache, llamase por teléfono al entonces vicerrector para ordenarle el siguiente encargo: "Tienes que hacer una Cátedra para la mujer del presidente del Gobierno". Así de rotunda fue igualmente la declaración del vicerrector Doadrio.
La rapidez la de la propia Complutense, que anunció de forma casi simultánea la creación de la cátedra, fue más extraordinaria -en línea con la cátedra-. La publicación oficial e interna de la universidad pública dejó constancia de que se había adoptado ya la decisión de impulsar la cátedra en los mismos días, sin esperar ni lo más mínimo: "UCM, Reale Seguros y la Fundación La Caixa crean la cátedra extraordinaria para la Transformación Social Competitiva", señaló. Y aclaró que "como ya anunciara el rector Joaquín Goyache, el pasado mes de septiembre en el Primer Congreso Online de Transformación Social Competitiva, la Complutense ha firmado la creación de una cátedra extraordinaria que permitirá desarrollar herramientas pedagógicas e investigadoras en ese campo".


