El Mundo
"El PSOE pierde cuatro escaños tras sus cesiones en Cataluña". Parece que volvemos a la normalidad. En fin, no creo que a Sánchez le preocupen mucho las encuestas. Dice Maite Rico dice que "en su sesión de investidura, en julio de 2019, Pedro Sánchez prometió una «segunda transformación» de España, después de la Transición. Parecía la clásica sandez de un político narciso, pero resultó que era un anuncio y se está cumpliendo. Pasamos de 40 años de dictadura a 40 años de democracia y ahora entramos en la fase ilusionante de Estado bananero, que no es todavía república, pero sí incipiente autocracia".
"El presidente ha decidido dar el golpe de mano, asentando la desigualdad ante la ley y la asimetría en derechos y obligaciones. Según donde vivas tendrás privilegios o castigos tributarios. Rendirás cuentas en función de tu estatus: si eres político del PSOE o de partidos aliados serás excarcelado o amnistiado o exonerado. Incluso podrás reírte de jueces y fuerzas de seguridad, como Puigdemont, con la connivencia perversa del Gobierno. Si eres pariente de Sánchez, contarás con la protección del Estado en caso de desmanes, ya sea la presunta corrupción de la esposa o la presunta evasión fiscal de un hermano que parece estar más dotado para la ingeniería financiera que para la música. Sánchez y los suyos van dosificando los abusos de poder, y han comprobado que todavía pueden seguir impunemente, sin provocar una rebelión ciudadana". Al contrario, sigue habiendo imbéciles que le votan.
El País
"Illa abre su gobierno al soberanismo moderado para ganar el centro político". Qué sí, que Illa es la leche. La lata que nos van a dar los medios ultrasanchistas con este señor. Nada podrá borrar el espectáculo de Puchi, se pongan como se pongan. Josep María Vallés nos da la turra con que "el pacto para la investidura de Illa es un buen principio, el comienzo bilateral de un proceso que tendrá también su momento multilateral", Oriol Bartomeus que si "el procés no lo ha acabado la aparición crepuscular de Carles Puigdemont, ese último acto de prestidigitación para los ya convencidos. El procés venía deshinchándose desde hacía tiempo, a medida que iba perdiendo efectivos hasta sólo poder movilizar a unos miles de entusiastas en una tórrida mañana de agosto". Por si le sirve a la tropa sanchista. No vais a convencer a nadie que ya esté convencido, no perdáis el tiempo (además de lectores).
"El PSOE busca receta para combatir el discurso del "agravio" del PP fuera de Cataluña", dice Ángel Muñarriz, otro fiel servidor sanchista. Di el Gobierno, Angel, porque el discurso del agravio está tanto en el PP como en el PSOE. Bueno, en las pocas comunidades que les quedan. Que Sánchez ha vendido a su madre lo sabe todo el mundo. Hasta en el PSOE.
ABC
"El fraude electoral de Maduro frustra el sueño de ocho millones de exiliados venezolanos". Mientras el ejército le respalde, no soltará el poder. Al menos que se ahorre la pantomima de las elecciones. "La izquierda tiene un grave problema si olvida el gigantesco desastre humanitario que esconden la mayor parte de esos ocho millones de personas a las que el chavismo les ha 'robado' la patria y el futuro". A la izquierda se la suda.
John Müller dice que "el presidente del Gobierno ha demostrado que se puede ser perfectamente la persona que habita un territorio donde se promete traer a Puigdemont a España para que se le juzgue y casi al mismo tiempo emigrar a otro que le permite pasearse impunemente por el Arco de Triunfo. Pedro Sánchez es un nómada político que lo mismo pasta pacíficamente en los campos del constitucionalismo que arrasa las sementeras de la cultura política de la Transición. Un trashumante de las convicciones que, además, recibe premio por su falta de escrúpulos porque hoy nada es blanco ni negro y nada está fijo en el espacio".
La Razón
"El "botín" de Puigdemont tras 2.474 días fugado: un president "españolista" y la fractura del separatismo". La Razón lleva la misma línea editorial que El País. Que aquí lo que importa es que Illa es president. "A medida que se van conociendo los nombres de quienes conformarán el próximo gobierno de la Generalitat de Cataluña se va instalando en la opinión pública la sensación, esperemos que cierta, de que es posible cerrar la etapa del procés y de que, más allá de las obligaciones declarativas, Salvador Illa puede devolver el Principado a la gestión política, a la normalización de las relaciones entre gobernantes y gobernados, que es lo que deseaba la mayoría de la sociedad catalana, como quedó bien expresado en las urnas".
"Ciertamente, no es momento para dejarse llevar por el optimismo, porque la cuestión de la financiación singular de Cataluña, problemática donde las haya, y el hecho de que la estabilidad de la Generalitat dependa de la solidez del apoyo de ERC, partido en horas bajas que afronta una compleja renovación interna, y de las contrapartidas a satisfacer de los Comunes, auguran fuertes tensiones, sobre todo, a la hora de elaborar los Presupuestos autonómicos. Además, también opera en la situación catalana que el Gobierno de la Nación depende de los votos de Junts, circunstancia que complica cualquier análisis". Pero para el grupo catalán Planeta va todo viento en popa.
El Debate
Mayte Alcaraz no ve las maravillas de Illa por ningún sitio. "En este ecuador de agosto, echa una un vistazo a la prensa fan de Taylor Sánchez y se le encoge el alma con la pirotecnia lingüística de los colegas sincronizados: Cataluña entierra el independentismo; Illa construye sobre las cenizas del procés; el PSC emerge como un nuevo partido del orden; Illa cambiará todo sin romper nada; Cataluña reordena el tablero… Y es entonces cuando cree estar viendo una película de ciencia ficción. Porque si nos acogemos a los hechos fehacientes, comprobamos que el filósofo Illa, que solo ha ejercido durante toda su vida la filosofía crematística del cargo público, es un consentidor del nacionalismo catalán, solo que con gafas y cara de no haber roto un plato, y vamos que si los ha roto: a docenas".
"Illa tomó posesión del cargo sin la bandera de España, a la cual debe honrar como representante ordinario del Estado en Cataluña. Así que puede el orfeón sanchista desgañitarse para vender las bondades del nuevo Molt honorable, pero no tragamos. Él sí tragará; de hecho, ya se ha comido y digerido todo el panfleto ideológico del separatismo". Como Sánchez.