
División, enfrentamientos, gritos, empujones y Mossos d'Esquadra. El prólogo de la Diada, las ofrendas en el Foso de las Moreras (un espacio al lado de la iglesia de Santa María del Mar donde fueron enterrados algunos de los caídos en el asedio de Barcelona en 1714), ha acabado a gritos y palos. Los incidentes no han ido a más por la fuerte presencia de Mossos d'Esquadra.
Qué ambientazo en la Diada. pic.twitter.com/fnBWkSeaZE
— Sonia Sierra (@SoniaSierra02) September 11, 2024
La presencia de miembros de ERC, que envió al lugar a una comitiva sin rostros conocidos, provocó algunos incidentes con empujones y abucheos. La causa, el pacto de ERC con el PSC para investir a Salvador Illa, un presidente de la Generalidad al que una parte del independentismo considera un "españolista". Parte de los presentes han comenzado a silbar a los militantes de ERC, les han llamado "traidores" y han destrozado la corona de flores que portaba la comitiva republicana. Dicha comitiva estaba encabezada por el diputado autonómico Jordi Albert y la exconcejala de Barcelona Montse Benedí. Ni rastro de ningún dirigente de relieve en un enclave generalmente hostil para ERC.
La presencia de un nutrido grupo de Aliança Catalana, el partido independentista de ultraderecha, ha sido recibida con gran hostilidad por miembros de la extrema izquierda separatista hasta el punto de que los Mossos han tenido que establecer un cordón para proteger a los miembros y simpatizantes del partido que lidera Sílvia Orriols, diputada y alcaldesa de la localidad gerundense de Ripoll.
Enfrentamiento entre la extrema izquierda y la ultraderecha separatistas en el Fossar de les Moreres de Barcelona en los actos previos a la Diada.
Los que en los peores momentos del procés decían ser "gente de paz" y los "revolucionarios de las sonrisas".pic.twitter.com/kIUdR8cYit
— Guaje Salvaje (@GuajeSalvaje) September 10, 2024
Que la Assemblea Nacional Catalana (ANC) haya invitado a participar a Aliança Catalana en las manifestaciones prevista para esta tarde en las cuatro capitales catalanas y en Tortosa también ha soliviantado al resto de partidos independentistas, que no ven con buenos ojos el protagonismo que está adquiriendo la formación de ultraderecha.

