
Ernai, un grupo de juventudes abertzales vinculado a EH Bildu, ha tirado abajo el último Toro de Osborne de Navarra, situado en Tudela. El propio grupo se ha hecho eco de la vandalización de la icónica valla alegando no querer "ningún símbolo que promueva el españolismo".
Este hecho del que ha presumido Ernai en su cuenta de la red social X ha sido reprendido duramente por el alcalde de Tudela, Alejandro Toquero (UPN), quien ha recriminado a "los cachorros de la izquierda abertzale" que hayan destruido la figura. "Si os creéis que España se tira de un empujón, vais listos", ha manifestado en su red social X como respuesta a la vandalización del Toro de Osborne.
En el mismo sentido, ha alentado a sus seguidores a no dejarse amedrentar por este tipo de hechos. "Nadie, nunca, va a venir a Tudela a decirnos lo que somos, lo que nos tenemos que sentir y lo que queremos ser", ha recalcado ante el odio mostrado por las juventudes abertzales ante el "españolismo".
Los cachorros de la izquierda abertzale tiran el toro de Osborne de #Tudela. Si os creéis que #España se tira de un empujón, vais listos. Somos más, somos mejores. Nadie, nunca, va a venir a #Tudela a decirnos lo que somos, lo que tenemos que sentir y lo que queremos ser. (Sigue)
— Alejandro Toquero (@alextoquero) October 10, 2024
A renglón seguido, el alcalde tudelano ha mantenido que Ernai "podrá tirar todos los toros que quiera", pero que estos "se volveran a levantar cada vez que los intolerantes de la izquierda abertzale los tumben". Por ello, según ha anunciado el propio Toquero en declaraciones a RTVE, el Ayuntamientamiento se ha puesto en contacto con la Bodega para restablecer la figura.
En las carreteras desde 1957
El primer Toro de Osborne fue colocado por la empresa en 1957 en el municipio madrileño de Cabanillas de la Sierra. Este medía cuatro metros de alto y estaba realizado en madera, lo que permitía que los cuernos fuesen de color blanco. Posteriormente, en 1961 la fórmula fue cambiada y se construyeron los primeros toros de chapa que conocemos hoy en día, aunque con siete metros de altura.
Tras varias leyes que dificultaban la publicidad en las carreteras, el Toro de Osborne se fue alejando de las mismas, lo que los hizo llegar a medir 14 metros de altura para que fueran visibles desde la misma. Por el mismo motivo, de ellos desapareció la marca comercial del Brandy de Osborne –que publicitiban anteriormente—, hasta dejar la figura que conocemos en estos momentos.
Pudo desaparecer hace 25 años
Finalmente, en 1994 el Boletín Oficial de Estado (BOE) publicó el real decreto del Nuevo Reglamento General de Carreteras, en el que venía explícitamente recogido que todos los toros tenían que desaparecer de la geografía española. Ante estos hechos, la empresa presentó un recurso al Tribunal Supremo para evitar que el Toro de Osborne desapareciese de las carreteras españolas. Algo que se resolvió en 1998, cuando el Supremo dictó sentencia aclarando que, aunque la silueta había tenido un sentido publicitario en sus inicios, esta se había integrado dentro del paisaje de las carreteras españolas «como un elemento de ambientación ajena al mensaje propagandístico de una marca».
De hecho, algunas vallas que representan al Toro de Osborne han sido declaradas como Bien de Interés Cultural, algo que depende de la comunidad autónoma. A día de hoy hay 92 toros –si contamos el de Tudela— repartidos por el territorio español, aunque también hay algunos en el extranjero como en México, Japón y Dinamarca.

