El independentismo está en horas bajas y no gana para disgustos. La celebración del séptimo aniversario del referéndum ilegal ha resultado ser una estafa colosal. El organizador, un tal Jordi Mateu, está en paradero desconocido, igual que los 100.000 euros recaudados en el evento. Artistas y diversas empresas de montaje de escenarios se encuentran entre los afectados. No han visto ni un solo euro tras su participación en los actos, conciertos y demás festejos del "Som 1 d'octubre" (Somos 1 de Octubre) celebrados en las localidades de Arenys de Mar, de Munt y Canet de Mar, según ha desvelado el diario La Vanguardia.
El organizador, el tal Mateu, decía tener contratados a famosos grupos musicales del entorno catalán y que las actuaciones se llevarían a cabo en una playa, pero al no conseguir el permiso, las actuaciones se trasladaron a centros cívicos y espacios de las tres localidades citadas. Además de grupos musicales, a la fiesta independentista asistieron numerosos políticos y personalidades de referencia en el independentismo.
Por ejemplo y por parte de Junts no faltaron a la cita el presidente del Parlament, Josep Rull, el secretario general del partido, Jordi Turull, la presidenta de la formación, Laura Borràs, su fiel escudero Dalmases y Aurora Madaula. El mismo Puigdemont participó en el singular evento por videoconferencia. ERC envío a los actos una delegación de menor fuste. Ni Junqueras, ni Marta Rovira ni Pere Aragonès se dejaron ver el fin de semana del 27 de septiembre en la fiesta indepe.
Personalidades relevantes
Los que no tuvieron duda alguna a la hora de participar como conferenciantes fueron Lluís Llach, Julià de Jódar o el empresario Jaume Roures. Y es que todas las entidades independentistas se sumaron a la fiesta y algunas de ellas, como la Assemblea Nacional Catalana (ANC), prestaron sus siglas para que aparecieran como organizadores del evento. También Òmnium, los municipios por la independencia o el Consell de la República de Puigdemont.
Se habilitaron paradas de objetos con emblemas separatistas y barras de bar. Los alcaldes prestaron instalaciones y material para la gran celebración sin sospechar que detrás del festejo se gestaba un timo calculado en 100.000 euros. Algunos de los artistas que actuaron en la fiesta se quejan de que les han dejado a deber dinero, aunque poco porque habían ajustado sus tarifas al tratarse de un acto por la causa. Eso sí, no dudan en declarar a La Vanguardia que "nos han herido la dignidad".