El terrible incendio que se ha cobrado la vida de diez personas en la residencia psicogeriátrica Jardines de Villafranca, en Villafranca de Ebro (Zaragoza), es el más trágico de los registrados en centros de mayores en lo que va de siglo XXI. El fuego se desató de madrugada, alrededor de las cinco, pillando por sorpresa a los residentes, que dormían en sus habitaciones. Otras dos personas han resultado gravemente heridas. Una de ellas se encuentra en estado crítico.
Hechos similares
La lista de sucesos de este calibre no son pocos. Hasta el de hoy, el incendio más grave que se había producido este año en un centro de estas características era el registrado el pasado 18 de febrero en Aravaca (Madrid). Tres mujeres fallecieron a causa del fuego en la residencia de dependientes Juan XXIII.
El 19 de enero de 2022, 9 ancianos murieron y otros cuatro resultaron heridos en el incendio de una residencia en Mocada, Valencia. El origen del fuego fue un cortocircuito en una regleta. Seis de los fallecimientos se registraron el mismo día de los hechos, mientras que el resto de las muertes se produjeron en los días posteriores.
En 2015 -el 12 de julio-, también en Zaragoza, otro fuego declarado en la residencia privada ‘’Santa Fe’’, de Cuarte de Huerva, causó la muerte de nueve personas mayores y provocó heridas a otros nueve internos. Este caso, hubo una clara responsable. Lo provocó deliberadamente una mujer que quería expresar su malestar por su ingreso en el centro. De hecho, fue condenada por la Audiencia de Zaragoza a 61 años de prisión.
En febrero de 2010, fallecieron siete personas en una residencia de Sevilla. El incendio se inició poco antes de la medianoche y fue por un fallo eléctrico sin negligencia humana.
En 2006, el 28 de marzo, cinco personas -cuatro hombres de entre 30 y 80 años, y una mujer de 50-, todos ellos enfermos, fallecieron en el incendio declarado en la residencia de la tercera edad de San Lorenzo de Brindis de Massamagrell (Valencia). La causa, de nuevo un cortocircuito.