
Menos de un mes separan dos importantes operaciones policiales que han servido para desarticular a sendos grupos criminales vinculados a famosos cárteles de la droga mexicanos que se habían asentado en Cataluña -tras intentar hacerlo en otras comunidades autónomas-, subiendo así las cotas de delincuencia y violencia derivadas del narcotráfico en la región.
Cataluña se ha convertido en un importante centro de operaciones para los grupos que se encargan de la distribución de estupefacientes al resto de países de Europa. Hasta hace poco, pertenecían fundamentalmente a bandas del Este. Pero el coladero en el que parece haberse convertido el Puerto de Barcelona habría animado a otras redes criminales a hacer negocio en esta zona de España.
Así lo revelan los datos que se desprenden de las operaciones policiales desarrolladas contra el narcotráfico en Cataluña. La Fiscalía ya avisaba en su memoria de 2023 sobre el "crecimiento alarmante" de la entrada de drogas en el país en contenedores de mercancías que pasaron por este punto geoestratégico. Hace sólo unos días se intervenían 400 kilogramos de cocaína procedentes de Ecuador.
Sucesos propios de una serie de narcos, como el registrado el pasado 15 de noviembre en la terraza de una cafetería de Montgat (Barcelona), en la que volaron la cabeza a un hombre que desayunaba en el establecimiento tras dejar a su hijo en un colegio cercano, se han convertido en más frecuentes de lo deseable en un país del primer mundo. El fallecido resultó ser David Caballero, un conocido estibador del puerto al que -todo apunta- habría sido ejecutado por un ajuste de cuentas relacionado con las drogas.
Secuestro, tortura y asesinato
Ahora hay que preocuparse también por el asentamiento de los cárteles mexicanos, que continúan con su pugna por el control de la distribución de la droga al resto del mundo. El último detectado en Cataluña es el de Sinaloa (uno de los más violentos y peligrosos). El asesinato de hombre, que resultó ser uno de sus colaboradores, puso a los investigadores sobre la pista de la red criminal.
El pasado 5 de agosto, localizaron un cadáver de un varón -con signos de violencia y en avanzado estado de descomposición- en una zona boscosa del municipio de Botarell (Tarragona). La víctima había viajado desde Italia para reunirse con algunos de los líderes de la banda y -al menos en teoría- su familia desconocía el motivo real por el que se había desplazado hasta la región española.
A partir del hallazgo del cuerpo de la víctima, se inició una investigación que culminó con la detención -la semana pasada- de catorce miembros de este famoso cártel (fundado por ‘El Chapo’ Guzmán) en varios municipios catalanes, por el crimen de un albanokosovar de 46 años que desapareció en la Ciudad Condal a finales de mayo. De la investigación se desprende que le secuestraron y torturaron hasta la muerte.
Los miembros del cártel arrestados, de entre 30 y 70 años, eran fundamentalmente mexicanos que vivían entre el Maresme y Barcelona, y se dedicaban al tráfico de drogas. Recibían paquetes de ropa con metanfetamina impregnada procedente de su país y extraían la sustancia estupefaciente de las prendas en el laboratorio clandestino (preparado para extraer droga impregnada en cualquier base sólida) que habían montado en Cataluña.
Atentados con bombas
A esto hay que añadir que en octubre la Guardia Civil capturaba en Tarragona a William Joffre Alcívar Bautista -‘Comandante Willy’, entre otros muchos alias- en el marco de una operación conjunta con la Policía Nacional de Ecuador. Sobre el arrestado pesaba una Orden Internacional de Detención por delitos de terrorismo, perpetrados en el país hispanoamericano, y tenía un largo historial delictivo sobre sus espaldas.
Se trata del principal líder de ‘Los Tiguerones’, una organización criminal declarada terrorista en Ecuador y que está vinculada al Cartel Jalisco Nueva Generación. De la mano de la red de narcotraficantes mexicana, habrían expandido su radio de acción por diferentes provincias de su país, sembrando el terror y el caos. Se les considera responsables de "numerosas víctimas mortales" en Ecuador.
Se les atribuye "la colocación de varios coches bomba". Aunque una de sus acciones más conocidas -por la repercusión mediática que tuvo- fue el asalto a un canal de televisión ecuatoriano que fue retransmitido en directo el 9 de enero de 2024. Más de una decena de hombres armados y encapuchados entraron en las instalaciones de la cadena a golpe de granadas y explosivos.
Esta acción, según los informes policiales, tendría como objetivo "coaccionar" al Gobierno "para que cediera la presión policial sobre las bandas criminales del país" que habían sido "catalogadas como terroristas". Después del secuestro de TC Televisión, el grupo asesinó al fiscal encargado de la investigación de estos hechos, César Suárez. "Una muestra más del grado de violencia y peligrosidad de dicha organización terrorista", explica la Guardia Civil.
Líderes terroristas
El cabecilla de la banda terminó residiendo en Cataluña, haciendo uso de documentación falsa, junto a su hermano y número 2 del grupo, Álex Alcívar Bautista ‘Ronco’. A este se le considera uno de los causantes de la masacre del 28 de septiembre de 2021 en la Penitenciaría del Litoral, en la que murieron un total de 19 presos. Ambos han estado involucrados en diferentes procedimientos por robo, secuestro y extorsión.
En el caso de Willy, trabajó como agente de seguridad en la Penitenciaría Litoral de Guayaquil y se le atribuye la planificación de la fuga de varios presos perpetrada el 27 de mayo del 2019, que supuso un punto de inflexión para la banda. Con esta acción, nace su estrecha vinculación con el cártel. Ayudó a escapar a un reo mexicano que cumplía condena por tráfico de drogas, lo que le abrió la puerta de la red criminal.
Hasta su detención, el pasado mes, los hermanos Alcívar controlaban a la organización terrorista ecuatoriana desde su cuartel general en España: una vivienda adosada de la localidad catalana de Segur de Calafell. Según explicó entonces Ecuavisa, los arrestados proceden de una famosa familia de delincuentes. Por su parte, la policía de su país calificó a los capturados como "objetivos de alto valor".




