Begoña Gómez abandonó el Instituto de Empresa (IE) tras solicitar la apertura de una nueva línea de negocio con fondos de la Unión Europea (UE) que se le denegó. La esposa del presidente del Gobierno Pedro Sánchez ha declarado por primera vez como investigada en sede judicial tras ser citada por tercera vez por el titular del Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid Juan Carlos Peinado.
Begoña Gómez era citada en esta ocasión para responder sobre los dos últimos delitos que se le imputan, apropiación indebida e intrusismo profesional. No obstante, ha aprovechado su comparecencia para negar cualquier presunto delito, incluyendo el tráfico de influencias y la corrupción en los negocios. Su comparecencia se ha extendido media hora y sólo ha querido contestar a su abogado, el exministro socialista Antonio Camacho. También ha comparecido este miércoles como investigado el presidente del Centro de Emprendimiento e Innovación de IE Business School desde 2010, Juan José Güemes.
Fuentes jurídicas consultadas por Libertad Digital afirman que "Güemes ha aclarado que Begoña Gómez abandonó el Instituto de Empresa y el África Center que dirigía tras proponer a finales del año 2021 al IE iniciar una nueva línea de negocio con fondos de la UE, que se le denegó. Güemes ha asegurado textualmente que en otoño de 2021, Begoña Gómez pidió un ‘cambio de posición’ en el Instituto de Empresa".
"No se aceptó", según Güemes, "y posteriormente, la esposa de Pedro Sánchez anunció que se marchaba sin decir el porqué para poner en marcha otro proyecto". Recordamos que su relación con el IE finalizó meses antes de cumplir 4 años al frente del África Center, tras ser fichada en agosto de 2018, semanas después de la llegada de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno.
Según ha podido saber LD, la propuesta de Begoña Gómez supondría salir del Africa Center y reinventar el negocio sustituyendo ese área dentro de la fundación del IE por un proyecto centrado en asesoría a pymes y sostenibilidad. Precisamente, lo que desarrolló más tarde en la cátedra de la Complutense y en su sociedad 100% privada y de ella misma.
De ese modo, la mujer del presidente Sánchez pretendía reconvertir su labor para asesorar a pymes en los ODS (Objetivos de Desarrollo sostenible) de la Agenda 2030 y en sostenibilidad en general ante la lluvia de fondos europeos que llegaban -y siguen llegando- asignados a esa materia. Hay que recordar que esos fondos comunitarios —públicos— albergan una importante cuota de negociación por los gobiernos, como el que preside su marido.
El citado cambio de "posición" solicitado por Begoña Gómez no debió gustar demasiado en el IE que no compartió los planteamientos, prefirió negar el cambio de dedicación, generándose una situación por la que fue la propia mujer de Sánchez la que decidió abandonar el Africa Center.
La declaración de Begoña Gómez
Las mismas fuentes jurídicas consultadas por este diario subrayan que "la propia Begoña Gómez ha basado su comparecencia en negar todos los indicios delictivos que pesan sobre ella, rechazando que el IE la contratase por ser la esposa del presidente del Gobierno. Ha explicado que conocía a Güemes de hace tiempo, y que fue en 2017 cuando hablaron para colaborar profesionalmente en materia formativa. Sin embargo, ese primer contacto no fraguó, puesto que no tenía tiempo para desempeñar labores adicionales a las que ya realizaba en la universidad y en Inmark".
"Gómez ha apuntado que cuando pidió una excedencia en Inmark, Güemes le llamó para ser directora en el África Center. Su nombramiento, ha esgrimido, se produjo a mediados de 2018, permaneciendo en el mismo hasta junio de 2022 tras cesar voluntariamente. A su vez ha argumentando que el primer contacto con Güemes se produjo en 2017, un año antes de la moción de censura que llevaría a su marido a la Moncloa. En ese año 2017, ha insistido, fue cuando se abrieron las posibilidades de colaborar con el instituto", destacan.
Sobre Barrabés y la Complutense
"Begoña Gómez ha negado además haber intervenido en la adjudicación de contratos públicos a su amigo empresario Juan Carlos Barrabés. Ha afirmado que las cartas de recomendación que se enviaron para adjudicarle los contratos con su firma, eran cartas modelo que se remitieron por indicación de la Universidad Complutense para apoyar los proyectos y no al propio Barrabés. Ha apuntado que jamás supo el resultado final de las adjudicaciones hasta que fue imputada por Peinado", sostienen.
"También ha descargado en la Universidad Complutense cualquier tipo de responsabilidad criminal en referencia a la Cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC) que dirigía o el software que puso a su nombre. Señalando como responsables a los vicerrectores y a la escuela de Gobierno de la UCM de que ella firmara el pliego de prescripciones técnicas del programa informático". apuntan. Por último, "Ha descartado también a preguntas de su defensa que se apropiase de las marcas al inscribir TSC Transformación Social Competitiva y, posteriormente, el software de la cátedra que había sido financiado por empresas, negando de igual forma que tuviese ánimo de lucro", subrayan.
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