
El titular del Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, ha imputado a la asesora de Moncloa Cristina Álvarez que llevaba los negocios de la mujer del presidente y llegó a recaudar dinero para la Cátedra de Transformación Social Competitiva (TSC) de Begoña Gómez. Su cargo real es el de directora de programas de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno y sus funciones están delimitadas por una disposición de 2023. Y esa norma destaca que su función se tiene que limitar a cuestiones de asistencia al presidente del Gobierno o su gabinete. Y Begoña Gómez, obviamente, no forma parte de ese gabinete. Eso sí, ambas son amigas desde los tiempos en los que trabajaban en la empresa Inmark.
Los cargos de Álvarez
Peinado ha encontrado motivos para "dirigir la investigación, contra Cristina Álvarez Fernández, como posible partícipe en los hechos investigados, que pudieran ser constitutivos de un delito de Tráfico de influencias y de un delito de corrupción en los negocios". Y resulta obvio el motivo. Porque no es cierto que Cristina Álvarez cobre por ser asesora de Begoña Gómez. Más bien, todo lo contrario. Ella forma parte del gabinete de Presidencia del Gobierno, en el que no está la mujer del presidente, y, por lo tanto, cuando ella realiza gestiones ante patrocinadores, universidades, empresas y demás, ella lo hace como parte de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno de España, algo que, por supuesto, es recibido de una manera oficial por parte de sus interlocutores.
Una disposición presidencial de 28 de noviembre de 2023 recoge, "a propuesta del Presidente del Gobierno", la "organización general de la Presidencia del Gobierno". Allí se detalla que la "Presidencia del Gobierno, bajo la superior dirección del Presidente del Gobierno, desarrolla las funciones que se contemplan en el presente real decreto a través de los siguientes órganos superiores y directivos:
a) El Gabinete del Presidente del Gobierno.
b) La Secretaría General de la Presidencia del Gobierno.
c) La Dirección Adjunta del Gabinete del Presidente del Gobierno.
d) La Secretaría General de Planificación Política.
e) La Secretaría General de Políticas Públicas, Asuntos Europeos y Prospectiva Estratégica.
f) La Secretaría General de Asuntos Exteriores.
g) La Oficina de Asuntos Económicos y G-20.
h) La Secretaría de Estado de Comunicación".
Y en esa letra b) —Secretaría General— es donde está y de donde cobra Cristina Álvarez. No por ser asesora de la mujer de Sánchez.
Las responsabilidades del gabinete
Las funciones de ese "Gabinete de la Presidencia del Gobierno" figuran en el artículo 2: "El Gabinete de la Presidencia del Gobierno, como órgano de asistencia política y técnica del Presidente del Gobierno, ejercerá las siguientes funciones", señala el texto. Y entre esas se encuentran, por ejemplo, las de "proporcionar al Presidente del Gobierno la información política y técnica que resulte necesaria para el ejercicio de sus funciones", la de "asesorar al Presidente del Gobierno en aquellos asuntos y materias que este disponga" o la de "conocer los programas, planes y actividades de los distintos departamentos ministeriales" y "realizar el estudio y seguimiento de todos los programas y acciones de la Unión Europea que tengan incidencia en las políticas públicas del Estado". Pero todo, como destaca ese artículo en favor del presidente del Gobierno, no de su cónyuge.
El artículo 4 determina las funciones expresas de la "Secretaría General de la Presidencia del Gobierno". Y allí está definida la función de Cristina Álvarez: "D) La coordinación de los programas y dispositivos logísticos para los viajes al extranjero de autoridades del Gobierno español". De "autoridades del Gobierno español". De nuevo, no de la mujer de Sánchez.
La amistad con Begoña Gómez
Lo cierto es que Cristina Álvarez entró en Moncloa con un cargo superior al de asesora y lo hizo después de haber fraguado una larga amistad con Begoña Gómez en la empresa Inmark en la que trabajaron juntas. Después de ese paso, cada una de ellas fue a una escuela de negocios. Begoña Gómez al Africa Center del IE. Cristina Álvarez, ya previamente, al Instituto de Directivos de Empresa (IDE-CESEM). Y cuando Sánchez llegó a la Moncloa, llegaron las dos también. La mujer de Sánchez, con sus negocios. Álvarez también con los negocios de Begoña Gómez.

