El presidente del Gobierno Pedro Sánchez está presionando a la presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Isabel Perelló, para controlar las Salas de lo Penal y de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo.
Tal y como publicó LD, la semana pasada los vocales izquierdistas del CGPJ boicotearon una veintena de nombramientos de jueces para la Audiencia Nacional, Audiencias Provinciales, Tribunales Superiores de Justicia y magistrados de lo Militar que habían sido acordados con los vocales conservadores.
Fuentes del CGPJ consultadas por Libertad Digital afirman que "el ministro de Justicia Félix Bolaños siguiendo las instrucciones de Pedro Sánchez está boicoteando con la ayuda de lo vocales izquierdistas del Consejo el mandato de la presidenta del Poder Judicial. A pesar de que Isabel Perelló procede de la asociación judicial izquierdista de Juezas y Jueces para la Democracia, Bolaños quería colocar en la presidencia del CGPJ a la magistrada de la Sala Penal del Supremo Ana Ferrer o a la magistrada de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal Pilar Teso".
"Desde la llegada de Perelló al CGPJ, Bolaños ha intentado desacreditarla y descalificarla porque mantiene su independencia frente al Gobierno socialista. Las presiones a Isabel Perelló procedentes del Ejecutivo socialista se han intensificado en las últimas fechas", añaden.
Las mismas fuentes consultadas por LD denuncian que "se están boicoteando nombramientos acordados entre los vocales conservadores e izquierdistas para que el CGPJ elija antes a Ana Ferrer como presidenta de la Sala Penal (Sala Segunda) y a Pilar Teso como presidenta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo (Sala Tercera) del Alto tribunal".
"El boicot en las designaciones podría continuar hasta que se acuerden estas presidencias de las Salas del Supremo. No obstante, el bloque conservador no permitirá bajo ningún concepto que Ana Ferrer y Pilar Teso se conviertan en las presidentas de la Sala Segunda y Sala Tercera del Supremo. El último pleno del CGPJ celebrado el pasado miércoles estuvo marcado por una gran tensión entre los vocales de ambos bloques".
Recordamos que controlar la Sala Segunda del Supremo se ha convertido en un objetivo principal de Pedro Sánchez tras la irrupción de diversos casos de corrupción que afectan a su esposa Begoña Gómez (caso Begoña Gómez), a su hermano (caso David Sánchez) y a su partido, a sus ministros y a él propio presidente (Trama Koldo, Trama Hidrocarburos y caso del fiscal general).
El pasado mes de enero, la propia Isabel Perelló afeó los ataques a los jueces del Gobierno de Pedro Sánchez en los últimos meses durante su intervención en el acto de entrega de despachos a los integrantes de la 73 promoción de la Carrera Judicial presidido por Felipe VI.
"Lamentablemente, vivimos tiempos en los que, ya sea por desconocimiento o por otras razones, en lo que se refiere al Poder Judicial se vierten críticas totalmente infundadas al ejercicio de la función jurisdiccional por jueces y magistrados", ha dicho Perelló, en cuya opinión "no son aceptables los reproches y censuras gratuitos que tienen como fin debilitar al Poder Judicial, pues de esta manera se erosiona el Estado de Derecho y nuestra sociedad democrática", denunció.
El boicot de los vocales izquierdistas
Tal y como publicó este diario, el grupo negociador del CGPJ integrado por dos vocales conservadores e izquierdistas alcanzaron el pasado martes un acuerdo inicial para aprobar una veintena de nombramientos. Para sacar adelante las designaciones hacían falta 13 votos.
A pesar de que el grupo negociador integrado por dos vocales de calda bloque habían alcanzado un acuerdo, cuando los negociadores izquierdistas se lo comunicaron al resto de vocales de su grupo, que suele ser una simple formalidad, el pacto se rompió sorprendente. Se trataba de la primera vez en este nuevo CGPJ que un acuerdo no se cumple después de que los dos grupos negociadores hubieran alcanzado un acuerdo previo. De esta forma, los nombramientos no salieron adelante ya que el bloque conservador sólo contaba con sus 10 votos, más el voto de la presidenta Isabel Perelló y el de un vocal izquierdista.
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