La diputada de Junts en el parlamento catalán Anna Navarro ha asegurado en la comisión de asuntos europeos de la cámara regional que no fue atendida en dos ambulatorios por no ser "inmigrante". Anna Navarro vivía y trabajaba en los Estados Unidos cuando recibió la llamada de Carles Puigdemont para ser su número dos en las últimas elecciones autonómicas.
El prófugo y su partido vendieron el fichaje como un ejemplo del recuperación del talento catalán. Navarro fue presentada como una especialista en tecnología e internacionalización de empresas de gran prestigio en los Estados Unidos. Sin embargo, el reconocimiento más notable en su carrera fue una cruz de "Sant Jordi" que el gobierno catalán le concedió en 2021.
Según explicó la diputada el pasado jueves, cuando regresó a Cataluña se encontró un panorama que no dudó en calificar de "horrible". Su aterrizaje fue un desastre, según sus propias palabras: "Y es que fue llegar y no tener derecho ni a ir al CAP (ambulatorio) porque todavía no tenía una nómina cuando otras personas entrar en este país y pueden ir al CAP... La enfermera me dijo: si usted fuese una inmigrante le atenderíamos hoy mismo, ¿vale? Y a mi tardaron dos o tres meses en atenderme en un CAP. El caos y la confusión de la gente que venía conmigo a llevarme a dos CAP diferentes y que no querían atenderme es un ejemplo de cómo regresamos aquí, ¿vale?".
Sin amonestación
El discurso de Navarro contrasta con los que llevan a cabo el resto de dirigentes de su partido en contra de Aliança Catalana, el partido separatista de Sílvia Orriols que le está comiendo el terreno a Junts en las poblaciones con mayores porcentajes de población procedente del Magreb. Sin embargo, la diputada Navarro no fue llamada al orden como sí lo son constantemente Orriols o los diputados de Vox a pesar de haber sugerido que los inmigrantes disfrutan de atención preferente en la sanidad en Cataluña mientras que ella tuvo que contratar una mutua, según explicó.
"Creo que se debe repensar cómo volvemos", señaló la diputada en alusión a los catalanes que regresan a la región después de haber vivido en otros países. En cuanto a la peripecia sanitaria, añadió que "enseguida contraté una mutua. ¿Por qué? Ah, porque tu eres de los Estados Unidos y te lo puedes pagar. O sea, es bastante caótico. Y es una experiencia personal".
También se quejó de dificultades de comprensión en materia fiscal: "También cuando volvemos no se entiende bien cómo hemos de hacer los impuestos. Hay un impuesto aquí que es el de la propiedad que no existe en los Estados Unidos".
En la comisión se abordaban asuntos como las ayudas y programas destinados a los catalanes que residen fuera de España y la diputada posconvergente añadió otra perspectiva, la de los catalanes retornados.
Navarro es una apuesta personal de Puigdemont que ha protagonizado episodios bochornosos. Llegó a dedicarles una peineta a dos manos a dos consejeros creyendo estar a resguardo de las cámaras y presumió del personal de servicio de nacionalidad mexicana que le atendía en los Estados Unidos.