El cargo apropiado por Begoña Gómez para que le hiciera las funciones de secretaria de sus negocios particulares puede tener que dar más explicaciones judiciales de las inicialmente previstas. Su nombre es Cristina Álvarez y ya está imputada por haber gestionado los negocios de la mujer del presidente cuando su cargo era un puesto directivo público de dependencia directa del Gobierno: directora de programas de la Secretaría General de Presidencia del Gobierno. Pero es que, para colmo, en el famoso mail remitido por Cristina Álvarez a una de las responsables de Reale Seguros a la que pidió dinero para la cátedra de Begoña Gómez ha aparecido el rastro de otra pata del caso. Según la defensa de la mujer de Sánchez, el software presuntamente apropiado de forma delictiva para una sociedad 100% propiedad de Begoña Gómez tras ser financiado por tres grandes compañías y un concurso público con destino a la Universidad Complutense, nunca fue un software con el que se pretendiera obtener lucro. Pues bien, el mail en cuestión no respalda en absoluto esa afirmación. De hecho, la presentación del software fue justo el argumento para quedar con Reale, hacerles una presentación y lograr más dinero para la cátedra. Traducido: del sin ánimo de lucro al más puro ánimo de lucro.
La financiación de la cátedra
El mail en cuestión fue enviado el 8 de febrero de 2024. Y su texto era el siguiente: "Buenas tardes Pilar: tras la reunión de ayer te hago llegar las fechas que hablamos para presentaros la Plataforma de la Cátedra de Medición. 12 ó 14 de Febrero, faltaría que nos dijeras hora.". Pilar era Suárez Inclán García de la Peña, "directora de Comunicación , Reputación Corporativa y Relaciones Institucionales de Reale Compañía de Seguros S.A.". Y la "Plataforma de la Cátedra de Medición" a la que se refiere Cristina Álvarez era nada menos que la correspondiente a la marca que Begoña Gómez registró a su nombre tras ser pagada por Indra, Telefónica y Google y un concurso público con destino a la Universidad Complutense. El nombre del registro, de hecho es el de "Plataforma de medición de Impacto Social y Medioambiental", tal y como consta en la Oficina Española de Patentes y Marcas según la inscripción solicitada en octubre de 2022.
El correo siguió: "Y por otro lado, la reunión anual de la Comisión Mixta de la Cátedra Extraordinaria de Transformación Social Competitiva nos han indicado que para el 23 de Febrero del 2024 a las 10 Y 30 horas, en el Rectorado. PD: Me dice Begoña que te traslade que le encantaría que sigáis como Patronos de la Cátedra, aunque sea con una cantidad inferior. Dispuestos a colaborar con vosotros en lo que necesitéis. Un cordial saludo. Cristina Álvarez".
El reclamo para las subvenciones
En resumen, que el software se usó como reclamo para presionar en la obtención de dinero. O, dicho de otro modo, el software por supuesto que generaba negocio.
El software, de hecho, fue diseñado para que las pymes tuvieran un conocimiento de su grado aproximado de aplicación de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) de cara a, por ejemplo, obtener subvenciones de las que reparte el marido de Begoña Gómez. Y se convertía, por lo tanto, en toda una puerta de entrada a la sociedad constituida por Begoña Gómez para asesorar en el logro de las ayudas públicas de la Agenda 2030 que respalda y entrega el Gobierno de Pedro Sánchez.
Todo un reclamo con evidentes fines lucrativos respaldado por un señuelo como el software.
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