
El Senado dio a conocer hace unas semanas que dos de sus informáticos habían sido apartados de sus puestos de trabajo después de haber accedido a documentos internos de la Cámara Alta para los que no tenían permiso, utilizando una claves que no les correspondían. El PSOE quiso aprovechar la ocasión para tratar de erosionar al PP, que tiene la Presidencia de la institución, y denunció un posible espionaje político.
La realidad es que el informe técnico redactado por los letrados de la Cámara Alta echa abajo la estrategia de los socialistas y deja claro que no hubo ningún tipo de acceso a documentación de contenido político ni a ningún tipo de material que tuviese que ver con ninguno de los grupos políticos que tienen representación en el Senado. Sólo accedieron sin permiso a cuestiones internas administrativas de la Cámara.
El citado informe, al que ha tenido acceso Libertad Digital, confirma que "no ha existido ningún hackeo de los sistemas informáticos del Senado por parte de los trabajadores implicados en el expediente", "no ha existido ningún espionaje ni robo de información", y que "nadie ha accedido a los ordenadores personales de los Senadores ni a sus dispositivos personales iPhone/iPad sin su permiso".
Del mismo modo, asegura que "no ha habido ninguna infiltración masiva en la identidad digital de los Senadores/as", y que "nadie ha utilizado las claves de los Senadores/as, los infractores utilizaron usuarios con permisos de administración, esto es, permisos de los que disponían para el desempeño de sus cometidos profesionales, ya que las claves de los Senadores/as no pueden conocerse por el personal TIC puesto que se almacenan encriptadas".
Lo que sí sucedió, según refleja el documento técnico del Senado al que ha accedido este periódico, es que "dos personas han accedido ilícitamente a los portafirmas digitales de varios funcionarios cargos de la Secretaría General (ningún portafirmas de Senador o Senadora) para descargarse diversos documentos relacionados con el personal de la Dirección, relativos a procesos de promoción profesional".
"En el momento en el que se descubren los hechos se corta el acceso al portafirmas a estas personas", explica el informe, que recoge que "posteriormente también se descargaron una serie de ficheros de log, donde están las trazas de quién y cuándo accede al portafirmas, pero en estos ficheros no puede verse ningún otro tipo de información (en los ficheros de log NO pueden verse los documentos firmados, ni ningún tipo de información confidencial)".
"Cuando se detectó que se habían descargado estos ficheros de log, se cortó el acceso a todos los sistemas de información de estas dos personas, ya no solo al portafirmas", prosigue el texto, para concluir que "se descargaron estos ficheros de log, al parecer, para construir una argumentación en su defensa, adjuntando como ejemplo una lista de accesos, todos ellos lícitos, en el ejercicio de las funciones del personal de la Dirección TIC y trataron de argumentar que sus accesos motivo de la investigación también habían sido lícitos, esto es, para resolver incidencias de los usuarios".
El informe de los letrados asegura que "esto se demostró ser falso durante la instrucción, puesto que sus accesos fueron ilícitos, persiguiendo intereses personales, no en el ejercicio de sus funciones".

