
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha destinado 11.616 euros exclusivamente para el servicio de traducción e interpretación simultánea de las lenguas cooficiales utilizado durante la Conferencia de Presidentes celebrada este viernes en Barcelona. Una medida que ha permitido por primera vez a los mandatarios autonómicos expresarse en sus lenguas propias, como catalán o vasco.
Aunque esta posibilidad no está contemplada en el Reglamento de la Conferencia de Presidentes, el Gobierno ha decidido implementarla atendiendo a las demandas de comunidades como Cataluña y País Vasco, que reclamaban tal reconocimiento en el encuentro.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, mostraba esta semana su rechazo a utilizar los "pinganillos" de traducción simultánea y llegaba incluso a advertir que abandonaría la reunión si no se habla en castellano. Así lo ha hecho: cuando ha sido el turno de su homólogo en el País Vasco, Imanol Pradales, la presidenta madrileña ha abandonado su sitio al comenzar éste su intervención en vasco. Lo ha hecho de la misma manera con el presidente de la Generalidad de Cataluña, Salvador Illa, que ha hablado en catalán. Al término de ambas intervenciones, Ayuso se ha incorporado.
En la misma línea, Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, calificaba el uso de estos dispositivos como "ridículo" y "absurdo". Desde el Gobierno de Castilla y León, reprochan al Ejecutivo central que "priorice" la traducción de las lenguas cooficiales por encima de la búsqueda de acuerdos.

