
El presidente de la Generalidad, Salvador Illa, trata de aplacar las iras de ERC por los problemas y retrasos en la tramitación de la financiación "singular", el concierto catalán, dando cumplimiento a los acuerdos con los republicanos que no tienen que ser sometidos a votación ni en el parlamento autonómico ni en el Congreso de los Diputados. El último gesto es el anuncio de la apertura de tres nuevas "embajadas" de la Generalidad, con lo que la red internacional de la administración catalana pasa de 21 a 24 delegaciones en el exterior.
Las tres nuevas "embajadas" estarán en China, Canadá y Jordania, una plaza esta última que el Govern considera clave para aumentar su influencia contra Israel sobre el terreno. El ejecutivo de Illa da una especial importancia a lo que está ocurriendo en la franja de Gaza, que no duda en calificar de "genocidio". Los derechos humanos de la población palestina son una prioridad de la Generalidad.
Doble rasero en China y Palestina
No ocurre lo mismo en otras áreas del mundo, como por ejemplo en China, un país que se caracteriza por vulnerar los derechos humanos en proporción a su tamaño. Pero en el caso chino, la Generalidad socialista hace una excepción. Según declaró el consejero de Exteriores, Jaume Duch, "que se mantengan relaciones diplomáticas no quiere decir que validemos nada".
De modo que Cataluña mantiene una relación diplomática con China, pero, ojo, no le da su visto bueno al régimen. Sea como fuere, Duch también justifica la apertura de una delegación en China "porque el mundo pasa cada vez más por Asia".
En cuanto a la oficina de la Generalidad en Canadá, el objetivo es estrechar los vínculos con el independentismo del Quebec.
Contrario a las delegaciones antes
Se da la circunstancia de que Salvador Illa era uno de los críticos más duros contra la red de delegaciones de la Generalidad en el extranjeros, un entramado que consideraba que se había utilizado exclusivamente para difundir el Procés fuera de España.
El cambio de opinión de Illa fue radical en cuanto ERC le puso como condición no sólo mantener sino ampliar la red de "embajadas". Ahora, abrir delegaciones es una prioridad del ejecutivo socialista con la excusa de captar inversiones para que Cataluña vuelva a liderar la economía española.

