
El Ministerio del Interior ha nombrado al coronel Pedro Merino Castro como nuevo jefe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, una unidad clave en la investigación de delitos complejos como la corrupción y el crimen organizado. Un cambio que se produce después de que el anterior responsable de la unidad fuera ascendido a general y tuviera que abandonar su puesto.
El releve del mando de esta unidad generó importantes suspicacias debido a que la UCO es la policía judicial que está actuando en las principales investigaciones que están erosionando al Ejecutivo. Desde la reciente causa contra el exfiscal general del Estado a los procesos judiciales en los que están involucrados la mujer del presidente (Begoña Gómez), el hermano del presidente (David Sánchez) o los exnúmero dos del PSOE (José Luis Ábalos y Santos Cerdán).
Merino Castro llega a la UCO con una carrera especializada en investigaciones económicas y criminales. De hecho, él mismo formó parte de esta unidad antes de incorporarse en 2013 al Palacio de la Zarzuela como ayudante de campo del entonces Príncipe Felipe, puesto que siguió ocupando después de la coronación del monarca como Felipe VI en el mes de junio del año 2014, un puesto de otorga mucho prestigio en la Guardia Civil.
En el año 2017 fue destinado al Palacio de La Moncloa, todavía con el popular Mariano Rajoy al frente de la misma. Fue destinado al Departamento de Seguridad Nacional. Un puesto en el que se mantuvo más allá de la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno y que aporta una importante experiencia en el manejo de crisis y coordinación institucional al más alto nivel.
El 2022, tras un nuevo ascenso, fue enviado a Salamanca, donde fue el máximo responsable de la Comandancia de la Guardia Civil en la provincia, un puesto que ha tenido que abandonar recientemente tras su ascenso a coronel y que es el último que ha ostentado antes de ser nombrado máximo responsable de la UCO. En la ciudad castellana dirigió importantes operaciones policiales de ámbito provincial.
Merino Castro tendrá ahora que ser el hombre que proteja a sus agentes de las presiones que desde el Ejecutivo intenten llevar a cabo contra los efectivos de la UCO por las investigaciones más sensibles que lleven a cabo. Y él mismo tendrá que aguantar las presiones que lleguen desde el Ministerio del Interior y la directora del Instituto Armado –de carácter político–. Está por ver cuál será su actitud ante estas situaciones.
Desde el departamento de Fernando Grande Marlaska se ha subrayado que la UCO seguirá actuando con autonomía bajo la dirección de jueces y fiscales, y que la designación de Merino Castro responde a criterios profesionales y de continuidad operativa. Han querido desligar este cambio de mando como un golpe de timón en la unidad, aunque las suspicacias continuarán hasta que se vea si hay cambios o no en la independencia de la unidad.

