Menú

El 'control' del Congreso: de los cheques en blanco a la tarjeta para viajes

El Parlamento seguirá costeando los desplazamientos a los actos de partido. Se publicará el coste de cada grupo, no el individual.

Un sistema opaco y sin control, ni tan siquiera interno. Así funcionaba y funciona el sistema que rige los desplazamientos de los parlamentarios. Hasta 2009, a través de unos cheques en blanco publicados por Libertad Digital; en la actualidad, a través de unas tarjetas sin límite de crédito de una entidad bancaria privada. Una "visa especial que sirve para pagar billetes de avión, peajes de autopistas y el kilometraje de automóvil que utilicen en sus desplazamientos", según relatan fuentes parlamentarias a este diario.

La imagen de la tarjeta a la que ha tenido acceso este periódico corresponde a un diputado que lo es en la actualidad y asegura que "sólo la he usado un par de veces en los últimos cuatro años". Esto se explica porque el cambio de sistema, de los cheques a las tarjetas, no supone cambio alguno. Se trata de una "modernización" efectuada hace aproximadamente cinco años por las agencias de viajes privadas ubicadas en el seno de las instalaciones de Congreso y Senado. Se entregó una tarjeta, con nombre y un número adjudicado a cada parlamentario, para pagar los servicios en carretera o los billetes de avión en caso de urgencia o por no haberlo hecho previamente a través de las agencias.

Las agencias de viajes tienen el listado de todos los diputados y senadores y sus correspondientes números. "Sólo hace falta llamar y te emiten el billete. Ni siquiera hace falta ya firmar el talón". También se puede usar en la agencia de viajes del Congreso o por internet introduciendo el número de tarjeta. En el caso de viajes en tren "hay otra tarjeta emitida por la propia Renfe".

No hay un límite de gasto, pero sí de uso. "No puedes ni sacar dinero ni utilizarla en ningún establecimiento". Cuentan otros parlamentarios que un valor añadido a este sistema es el caso de los puntos que ofrecen las compañías aéreas a los usuarios frecuentes, como por ejemplo, los puntos de Iberia plus. "Se los queda cada usuario, claro" y "al final del año te sirve para pagar algún billete a familiares". Aunque esto es el efecto colateral, ya que este beneficio lo percibe también cualquier trabajador de ámbito privado que viaje por motivos laborales.

¿Cómo quedará el sistema?

La cuestión ahora es qué cambios se introducirán en el sistema tras la publicación de los viajes del presidente extremeño José Antonio Monago. Existen negociaciones entre PP y PSOE que los socialistas prefieren mantener con discreción, y ya se han intercambiado varios documentos de propuesta.

Según fuentes parlamentarias, se trabaja en la introducción de un mecanismo de control que no recaerá en los órganos rectores de Congreso y Senado sino en las direcciones de cada grupo parlamentario. Decidirán ellas si un viaje está o no justificado. ¿Habrá transparencia? Sí, pero no total. En lo que coinciden PP y PSOE, por ahora, es en publicar el coste total anual que cada grupo destina a los desplazamientos, pero no el gasto individualizado por parlamentario.

La polémica radica en que los viajes de diputados y senadores a mitines y actos de partido seguirán siendo costeados por las Cortes Generales. Es un criterio compartido por los grupos parlamentarios pero no sólo. El propio presidente del Congreso, Jesús Posada, se mostró esta semana a favor de que siga siendo así porque "es lo razonable". A su juicio, su participación en estos actos es "porque es diputado" y la línea la marca si es "un acto político", no si es un acto de una organización privada como un partido político o un acto en el ejercicio de representación del Parlamento.

Temas

En España

    0
    comentarios