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Mas responde en 'El País: "Cataluña ama a España a pesar del maltrato, la injusticia y la sinrazón"

El presidente de la Generalidad responde a González con una carta en la que afirma que su región "lo ha dado todo" y ha recibido sólo "las migajas".

Artur Mas en un acto el pasado viernes. | EFE

Artur Mas ya ha respondido a Felipe González. Lo ha hecho este domingo en El País, una semana después de que el diario de Prisa publicase la carta del expresidente del Gobierno de España "A los catalanes". El presidente de la Generalidad no ha querido ser menos y ha titulado su misiva "A los españoles", al que acusa de escribir un "libelo incendiario" que es una "provocación" Eso sí, para que quede claro que no está solo en su indignación, el artículo lo firman Raul Romeva, Carme Forcadell, Lluis llach, Oriol Junqueras y algunos otros grandes nombres del independentismo catalán.

La carta es ciertamente llamativa. De hecho, su contenido ha merecido, incluso, que El País le dedique su principal editorial. Y no precisamente en términos elogiosos. El periódico se despacha con inusitada dureza con el texto que reproduce en su página 11:

Desde hace casi cuatro décadas es habitual en El País publicar polémicas, controversias y opiniones dispares respecto a la línea editorial del periódico o contradictorias entre sus colaboradores. Los únicos límites que hemos puesto a dichos debates son el mutuo respeto a los pronunciamientos ajenos y una mínima corrección (cuando no calidad) argumental en los artículos.

Ninguna de estas dos premisas reúne la carta "A los españoles" que hoy aparece en nuestras páginas firmada por los integrantes más conocidos de la lista Junts Pel Sí que se presenta a las elecciones autonómicas de la comunidad catalana del próximo día 27. Ni respeta la opinión del otro cuando se refiere al artículo que quiere rebatir como un "libelo incendiario" (nuestro periódico no publica en ningún caso libelos), ni su argumentación —que reproducimos literalmente— resiste el más ligero análisis razonado o una crítica literaria por benévola que sea

Lo cierto es que la carta de Mas es sorprendente cuando menos. El presidente de la Generalidad se arroga la representación de todos los catalanes (algo habitual, eso es cierto) y escribe como si en él se personificase el ser catalán.

Así, hablando como Cataluña haría (o como él cree que lo haría) Mas comienza con lo que parece una declaración de amor: "Cataluña ha amado a España y la sigue amando". Pero los buenos sentimientos le duran poco. A partir de ahí, llegan los reproches. Porque según Mas:

"Cataluña ama a España, a pesar de la ausencia de reciprocidad"

"Cataluña ha ayudado a España, a pesar de no ser ayudada"

"Cataluña ha dado mucho y ha recibido poco o nada, si acaso las migajas cuando no el menosprecio"

"Cataluña se ha alzado siempre contra las injusticias de todo tipo, contra la sinrazón"

Resulta llamativo que Mas (o Cataluña) asegure amar tanto a quien tan mal le trata. Eso sí, al presidente de la Generalidad parece que se le ha agotado la paciencia. Por eso, afirma que "no hay mal que por 100 años dure" y que "una brisa de aire fresco ha planteado el reto democrático de construir un nuevo país", a pesar de "los malos augurios expresados con saña en otras latitudes".

Frente a una España cerril, que no escucha, que es injusta, que no ama y que desprecia a su región, Mas dibuja una Cataluña "fuerte, plural, cohesionada, integradora, creativa, dinámica y que ha contribuido como nadie al progreso de España". Con este panorama, se entiende que se quiera ir. En este sentido, al lector español le quedará la duda de qué será del resto del país si lo consigue. Porque leyendo al presidente de la Generalidad se intuye que todo lo bueno que tiene España (si es que algo hay) es gracias a la influencia de esa Cataluña que asegura que quiere marcharse para parecerse a "Holanda o Suecia" (en este punto hay que aclarar que no dice nada de qué porcentaje se aplica en las concesiones de las obras públicas de estos países).

Para terminar, Mas vuelve a retomar la idea del comienzo y asegura que no quiere romper con España. Bueno sí, con España sí (o con el Estado español), pero a los españoles los seguirá tolerando. De hecho, el líder del independentismo catalán nos recuerda para finalizar su artículo que "no sólo nos une la historia y la vecindad, sino también el afecto". Incluso, asegura que españoles y catalanes "somos pueblos hermanos". El problema es que el hermano catalán no puede vivir "sufriendo insultos, maltratos y amenazas".

Este clima de rechazo y este trato que España ha dado a Cataluña ha provocado que sea "casi imposible ser catalán en el Estado español", Artur Mas y sus compañeros de la lista independentista lanzan un mensaje de tranquilidad. Ellos no son vengativos y los afortunados que permanezcan en Cataluña tras su independencia "podrán vivir como españoles sin ningún problema". Tampoco dice nada aquí de si podrán escolarizar a los niños en su lengua materna o de si podrán utilizar el castellano en su trato con la administración. Eso queda para el día después de la "desconexión"...

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