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Funeral del PP en Sevilla: Cifuentes no se va, Rajoy la sostiene y el PP murmura en los pasillos

Rajoy planta una encina como símbolo de la fortaleza del PP. Cifuentes recibe el apoyo de Cospedal y deja claro que no se va: "No he mentido en nada".

Rajoy planta una encina como símbolo de la fortaleza del PP. Cifuentes recibe el apoyo de Cospedal y deja claro que no se va: "No he mentido en nada".
El beso entre Rajoy y Cifuentes en el cónclave del PP. | EFE

Ambiente lúgubre en la convención nacional del PP. Ante el imparable ascenso de Ciudadanos, Génova había preparado este cónclave para recuperar la iniciativa, rearmarse ideológicamente y poner en marcha la maquinaria electoral. Pero la polémica por el máster de Cristina Cifuentes lo catapultó todo. "No voy a dimitir por la sencilla razón de que no he cometido ninguna irregularidad ni he mentido", avisó la protagonista nada más llegar a la cita, en una nueva rueda de prensa. Muchos en su propio partido no entienden cómo todavía no ha dado un pasó atrás. "Hay que defender a los nuestros", exigió públicamente María Dolores de Cospedal.

Mariano Rajoy llegó, saludó a Cifuentes ante una nube de periodistas y quiso dejar claro que sigue apoyándola. Cosa distinta es que vaya a designarla candidata en las elecciones de 2019. "Vamos a comprobar cómo evolucionan los acontecimientos", deslizaron una vez más desde su equipo. De momento, barones y altos cargos del PP consultados por este diario siguen viendo bastante negro el panorama. "No se pueda confirmar" que la líder madrileña "defendiera su trabajo fin de máster", rectificó su posición inicial el rector de la Universidad Rey Juan Carlos, dejándola al filo del precipicio. El cúmulo de interrogantes continuó aumentando.

Por tercer día consecutivo, Cifuentes negó irregularidades. Se mostró muy firme. "Me ratifico punto por punto en todas mis declaraciones en la Asamblea de Madrid", aseguró ante los medios. "He dicho la verdad, no he mentido absolutamente en nada", añadió. "Cursé el máster, me matriculé, pagué mi matricula, cursé mis asignaturas y presenté el TFM. Lo he documentado, con documentación oficial", se reafirmó. Y lanzó la pelota al tejado de la Universidad y la Fiscalía, que ahora investiga el caso. "Yo no he hablado ni con rector, ni con el director del máster ni con ninguno de los profesores. He querido mantenerme al margen de esta polémica", quiso también subrayar.

A su llegada a Sevilla, en la estación de tren, la líder regional vivió momentos de tensión con los medios de comunicación. Hubo empujones y carreras. Algo parecido ocurrió en los últimos días en la Cámara regional. Por ello, en su encuentro con los periodistas, pidió sosiego: "Siempre doy la cara" pero "este acoso está siendo verdaderamente duro". Denunció que la persiguen "por la calle, por los pasillos". Pero reiteró que no se irá a ningún lado. "Si Ciudadanos se atreve, que se sume a PSOE y a Podemos en la moción de censura", enfatizaron desde el PP madrileño.

Los cargos que subieron al atril, ya en el plenario, intentaron animar al partido de cara a las próximas elecciones. Pidieron salir a la calle para que "retumbe el mensaje del PP en todos los rincones del España". Rajoy llegó a plantar una encina -nuevo símbolo del partido, un árbol "duro y muy español"- en el jardín del hotel donde se celebra el cónclave. Cospedal se preguntó sin llegar a entenderlo: "¿Cómo es posible que nuestro proyecto político a veces pueda perder la capacidad de penetrar en la sociedad española?". Constató que "un tuit puede abrir un telediario" y admitió problemas de comunicación que prometió subsanar. Eso sí, reivindicó los principios del PP frente a Ciudadanos, un partido "gaseoso". Fueron varios sus dardos contra el partido naranja.

Fue entonces cuando llamó a un cierre de filas. Compartió la tesis de Cifuentes de que está sufriendo una cacería política. "Somos el adversario a batir por todos. Parece mentira los temas que son de actualidad y los que no, aquí en Andalucía lo sabéis bien. Van a intentar desacreditarnos haciendo juego sucio, pero no lo van a conseguir. Nos van a intentar avasallar", advirtió, y exigió "unidad inquebrantable".

En los pasillos, Cifuentes fue la única protagonista. Mezcla de pena e indignación entre muchos asistentes. "Se te quitan las ganas de trabajar, no sé qué hacemos aquí", lamentó un dirigente catalán ante la crisis por el máster. Se sumó otro valenciano: "Hay que ser firmes contra este tipo de cosas o Ciudadanos va a seguir disparado". A Cifuentes le preguntaron si no teme que esté haciendo daño al partido resistiendo. "Esa pregunta no debo responderla yo", esquivó la cuestión. "Esta situación, desde luego, no nos ayuda", reconocieron fuentes de la dirección, a pesar del discurso de Cospedal.

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