A sólo dos días de que Moncloa presente su "subida selectiva de impuestos", con el que pretendían confrontar con el PP, uno de sus barones se descuelga y anuncia una bajada sobre el IRPF a todas las rentas menores de 60.000. La decisión ha sentado como un jarro de agua fría en el entorno de Pedro Sánchez donde han evitado criticar en público a Ximo Puig pero no han ocultado su malestar.
Hasta cuatro veces se le ha preguntado a la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, por esta postura y en todas ha lanzado balones fuera aunque ha dejado mensajes velados pidiendo hacer "un discurso responsable". "Cada vez que hablamos de reducir la política fiscal, de lo que estamos hablando es de reducir ingresos, de reducir recursos que luego vamos a necesitar en forma de sanitarios, médicos...", ha añadido la ministra portavoz.
La portavoz ha retomado el discurso que habían tenido hasta este momento con el PP y ha recordado que "cada vez que hablamos de rebajar está el debate de qué recortar". La decisión no ha gustado en el Palacio donde desconocían el anuncio de Puig. Ahora, La Moncloa se ve obliga a recalibrar su rumbo. "Cuando se presente nuestra propuesta fiscal se vera nuestro plan", han añadido fuentes gubernamentales que guardan silencio sobre lo que anunciará María Jesús Montero con toda probabilidad este jueves.
Hasta este momento, el Ejecutivo se había negado a una deflactación del IRPF y había puesto el foco en el nuevo impuesto a los grandes patrimonios. Unidas Podemos está batallando para conseguir su propuesta de rebajar el IVA a los productos de higiene femenina (compresas, tampones) y también un cambio en el impuesto de sociedades, a lo que el sector socialista no se ha cerrado. Ahora, tras el discurso de Puig, en el Gobierno no se cierran a reformular el IRPF a las rentas más bajas.
Diecinueve céntimos
En privado, cargos socialistas han reconocido que la rebaja de Puig es mínima pero aún así se han mostrado en contra. "¿No será mejor coger esos 19 céntimos y usarlos para otra cosa? Este es un debate serio. Es mejor que el Estado sea fuerte para que el estado de bienestar", han añadido fuentes orgánicas del PSOE donde lamentan que una comunidad suya entre en " una competición para pagar menos impuestos".
El malestar también está en el umbral. Puig lo ha puesto en 60.000 euros, superior al que ha puesto Galicia, que lo ha rebajado a 35.000. En el Grupo Parlamentario, Patxi López ha pedido que no se "entren a competiciones que lleven a propuestas que nos llevan a dumping fiscal que nos van mal a todos". "Nuestra obligación es armonizar", ha sentenciado desde el Congreso.