
Este pasado miércoles, cuando más asediada estaba Irene Montero al conocerse las primeras rebajas gracias a la ley del solo sí es sí, Pedro Sánchez le lanzó un salvavidas cuando aseguró que el Gobierno no cambiaría, de momento, la norma y esperaría a que el Supremo y la Fiscalía unificaran doctrina. Incluso elogió la ley como "un gran avance feminista".
Lo que vino después, una envalentonada Montero descalificando a los jueces, ya no gustó tanto en La Moncloa que trató de mostrar respeto hacia la magistratura aunque evitaron, de manera escrupulosa, cargar las tintas contra Igualdad.
En el Ejecutivo no quieren más pronunciamientos públicos. Esperarán a que el Alto Tribunal dicte sentencia, tras revisar el caso de la Arandina, y hay indicios de que será antes de lo previsto. Las declaraciones de ministros socialistas pasan por no abrir una brecha en el Gobierno, justo en una semana en la que se votarán los Presupuestos y la reforma del Código Penal para derogar la sedición. Ahí, el voto de Unidas Podemos es decisivo.
¿Destituir a Montero?
Una posible destitución de Irene Montero sería complicada ya que, como apuntan en el Gobierno, pasaría por Yolanda Díaz, que es la encargada de gestionar el espacio minoritario. Esto podría aumentar el divorcio entre la vicepresidenta segunda y Podemos, algo que no interesa en el PSOE.
"Necesitamos que Yolanda reagrupe el espacio a nuestra izquierda", repiten altos cargos socialistas que saben que la continuidad de Sánchez, tras las generales, volverá a pasar por la llamada coalición Frankestein y no interesa dividir más el voto, ni que Podemos se presente por separado.
Línea Roja
En Podemos han puesto como línea roja la continuidad de sus dos ministras, Ione Belarra e Irene Montero. Una imposición doble: a Sánchez y a Díaz, de lo contrario la formación morada, el partido mayoritario del socio minoritario, abandonaría el Gobierno. Los otros 3 ministros de la coalición son Alberto Garzón, de IU, y Joan Subirats, de En Comú Podem, que están en sintonía con Yolanda Díaz y de su proyecto: Sumar.
Hasta este momento, sólo se ha producido una crisis ministerial en el socio minoritario. Fue cuando Manuel Castells abandonó la cartera de Universidades. Tras esa dimisión, Díaz se puso en contacto con Ada Colau para buscar un relevo y la alcaldesa de Barcelona designó a su concejal.
¿Crisis de Gobierno inminente?
Tampoco en el Ejecutivo se prevé una crisis de Gobierno de manera inmediata pese a que dos ministras, Reyes Maroto y Carolina Darias, tendrán que dejar sus carteras para ser las candidatas del PSOE en Madrid y Las Palmas de Gran Canaria, si acaban por ganar las primarias en las que parten como favoritas.
En La Moncloa creen que ambas pueden continuar en el cargo hasta la precampaña electoral y no contemplan una remodelación del Ejecutivo hasta el comienzo de la primavera.
No romper la coalición
Lo que tampoco consideran, ni como hipótesis presente, en el Gobierno es romper la coalición, al menos de momento, aunque ahí Sánchez sí tendría vía libre para cambiar a la ministra de Igualdad. El Ejecutivo tratará de resistir hasta el mes de diciembre del próximo año aunque eso no significa que en el PSOE estén de acuerdo con Irene Montero.
Algún diputado recordaba esta semana que hubo un ministro socialista, como José Luis Corcuera, que dimitió de la cartera de Interior en 1993 cuando el Constitucional tumbó su Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana aunque eso no supuso, ni de lejos, un caos como el que ha generado la ley del solo sí es sí.
Queda por ver qué pasará si el Supremo no se posiciona del lado del Gobierno y compromete, aun más, la continuidad de Irene Montero aunque nadie duda que Podemos se aferrará al cargo hasta el final o, al menos, hasta que a ellos más les convenga.

