
En plena batalla entre PSOE y Podemos a cuenta de la reforma de la polémica ley del ‘sólo sí es sí’, el Gobierno ha filtrado a la cadena SER la propuesta de Pilar Llop para evitar las reducciones de condena de decenas de violadores en toda España. Según este documento, la intención del Ministerio de Justicia pasa así por recuperar la horquilla de penas que establecía la legislación anterior en caso de que exista violencia o intimidación.
De esta forma, fuentes gubernamentales alegan que la reforma "no altera la filosofía de la norma, no cuestiona el consentimiento", que es precisamente la línea roja marcada por Podemos. Sin embargo, la formación morada, con la ministra de Igualdad, Irene Montero, a la cabeza, no parece dispuesta a aceptar ningún retoque que deje en evidencia que su ley estrella ha sido un fracaso.
Las horquillas penales
El documento filtrado a la SER plantea concretamente volver a penas de entre 1 y 5 años cuando haya violencia, intimidación o se haya anulado la voluntad de la víctima (de 1 a 4 con la ley de Montero) y de entre 6 y 12 años en esos mismos casos cuando la agresión sexual sea con penetración (de 4 a 12 actualmente). En los supuestos en los que haya agravantes, también pide volver a las penas anteriores de entre 5 y 10 años cuando no haya penetración (de 2 a 8 con la ley del ‘sólo sí es sí’) y de entre 12 y 15 cuando sí la haya (de 7 a 15 tras la polémica reforma).
El propio texto reconoce abiertamente, por tanto, que el objetivo es volver a "sancionar en los mismos términos que venían siendo castigados antes" todas estas conductas, lo que supondría asumir que el fallo ha sido del legislador y no de los jueces, como pretende hacer ver Podemos. Precisamente por eso, la ministra de Igualdad se opone radicalmente.
¿Por qué se opone realmente Podemos?
Públicamente, Irene Montero se esfuerza en explicar que su rechazo se debe exclusivamente a su interés por proteger el "corazón" de la ley, que, según defiende, es que ésta gire sobre el consentimiento y no sobre la violencia o intimidación que el presunto agresor haya ejercido. "En la modificación que hagamos de la ley del solo sí es sí, el consentimiento volverá a estar en el centro. No podemos permitir que nuevamente en juicios con agresiones sexuales encima de la mesa se pregunte a las mujeres si se resistieron lo suficiente o cómo iban vestidas; por tanto, el consentimiento es nuclear tanto en la ley actual como en la modificación que hagamos", ha tratado de tranquilizarla el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Sin embargo, ninguna promesa para convencer a una ministra cuya actuación quedaría en cualquier caso en entredicho.
El otro factor que explica el rechazo de Podemos no es otro que la sintonía que el PSOE parece mostrar con el PP, ya que la propuesta que ahora plantea el Ministerio de Justicia es similar a la que el pasado mes de diciembre puso sobre la mesa el principal partido de la oposición, que ya ha ofrecido el voto de sus diputados para que la modificación de la ley del ‘ sólo sí es sí’ salga adelante.
"El PP ha ofrecido sus votos para volver al modelo anterior, a la distinción entre agresión y abuso. Vamos a proteger el corazón de la ley, lo vamos a hacer juntas y haremos lo que sea necesario para proteger a las mujeres y a los avances feministas frente a los que quieren aprovechar esta situación para hacernos retroceder después del mayor avance en materia de lucha contra las violencias machistas en los últimos veinte años", sentenciaba Montero este fin de semana.

