
El expresidente de los Estados Unidos Barack Obama, su esposa Michelle, el director de cine Steven Spielberg y su pareja, la actriz Kate Capshaw, han pasado unos días en Cataluña para asistir a un concierto de Bruce Springsteen, visitar la Sagrada Familia, Montserrat y el Museo Picasso y comer en afamados establecimientos como el que dirige el chef sevillano Rafa Zafra en el Hotel Palace de la capital catalana
El viaje era absolutamente privado, pero la Generalidad intentó que Obama recibiera al presidente regional, el republicano Pere Aragonès, que accediera a hacerse una foto con él igual que las que los medios estaban publicando con frailes, cocineros y turistas, que le dispensara un trato preferente y le saludara ya que estaba unos días por Barcelona con la excusa de ver el concierto de su amigo Bruce Springsteen.
La "diplomacia" de la Generalitat cosechó en sus gestiones tanto ante la embajada estadounidense en Madrid como en el consulado de Barcelona un absoluto fracaso. Así lo ha reconocido este mediodía la portavoz no consejera del ejecutivo autonómico Patrícia Plaja, la misma que exigió disculpas a Florentino Pérez por un vídeo sobre las vinculaciones del F. C. Barcelona con el franquismo.
Los tópicos de la portavoz
Plaja ha recurrido a los tópicos más manidos para admitir el fiasco. "Los contactos no fructificaron"; "siempre se está en contacto con la Embajada; se ha estado desde el primer momento"; "nos hubiera gustado que se hubiera producido este encuentro", etcétera, etcétera. La portavoz ha contado además que la Generalidad se ofreció al consulado por si el expresidente de los Estados Unidos y sus acompañantes necesitaban cualquier cosa, pero que los servicios autonómicos no fueron requeridos por los Obama.
Una completa decepción para Aragonès, ridículo protagonista de una versión autonómica de Bienvenido, Mister Marshall, la película de Berlanga estrenada en 1953. Pero Obama no pasó de largo por Barcelona. Comió, visitó museos, una basílica y un monasterio y presenció un concierto, todo ello en compañía de su esposa y unos amigos, los Spielberg, durante tres días. ¿Aragonès?


