Alberto Núñez Feijóo espera que las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo se conviertan en el trampolín definitivo que le permita llegar a la Moncloa. Prueba de su importancia está la campaña diseñada por el PP en la que llegará a protagonizar hasta tres actos diarios, en distintos lugares de España, para poder visitar todas las provincias.
Este jueves ha acudido a Cádiz donde ha ofrecido a Pedro Sánchez un nuevo pacto como el de la reforma del sólo sí es sí para cambiar la rebaja del delito de malversación, después de que Bruselas haya advertido de que podría ser ilegal. El Gobierno cambió el Código Penal en pago al apoyo de los partidos separatistas a los PGE, aún a riesgo de beneficiar a políticos corruptos de otros partidos como Gürtel, como ocurrió con los violadores y el sí es sí.
"Nos volvemos a ofrecer para mejorar la dignidad de nuestro país", ha dicho Feijóo, con ánimo de presentar al PP como un partido responsable, poco antes de retirarle al PSOE la condición de "partido de Estado", apelando a aquellos votantes socialistas descontentos. "En nuestro proyecto cabe mucha gente que votó al Partido Socialista y se ha dado cuenta de que ya no es un partido de Estado", ha dicho.
Los mensajes a Vox
En caso de que el presidente rechace la oferta, Feijóo ha prometido hacerla "él sólo" cuando llegue a la Moncloa, en un claro intento por distanciarse de Vox negándole la condición de socio necesario para formar gobierno. Sin nombrar a Santiago Abascal o a su partido, sí ha apelado de forma velada a sus votantes para invitarles a apoyar al PP.
"En nuestro proyecto cabe mucha gente que decía que quería sumar con el PP para que gobernase el PP y, al final, le han dado el voto a la izquierda", ha dicho en referencia a las leyes tumbadas por Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith en Madrid, que han deteriorado su ya maltrecha relación con Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida.
Este argumento ha servido también al líder del PP para insistir en su propuesta de que gobierne la lista más votada, siempre y cuando el PSOE también se comprometa a hacer lo mismo. Mensaje que repite de forma intermitente pese al malestar que genera esta idea en cargos del PP que ven peligrar sus gobiernos.
El líder del PP ha eludido referirse en el mitin a las dos polémicas políticas que han marcado esta semana: el enfrentamiento con Félix Bolaños por irrumpir en la fiesta del Dos de Mayo sin haber sido invitado por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso y la visita de Gustavo Petro a España, al que aplaudió ayer Feijóo en el Congreso ante el estupor de algunos de sus diputados que se mostraban dubitativos por la reacción de su presidente.